El nacimiento del hito

Fue en 1984, durante la finalización del primer triatlón del que hay registros en Chile, cuando surgió una idea loca. Fue el empresario norteamericano William Hatcher, atleta y por esos tiempos gerente del Hotel Pucón, quien propuso la idea. "¿Y si hacemos esto, pero allá?", le preguntó a Rafael Quiroga, dedicado por esa época a la gerencia en el Banco Nacional y, durante los fines de semana, a la producción de eventos deportivos.

La idea sonaba interesante, pero realizarla requería de un esfuerzo mayor. ¿Cómo convencer a todos los triatletas de esa época en llegar a una zona tan alejada de Santiago? Ambos decidieron conversarlo con calma y programarlo para el próximo año, pero el terremoto de 1985 truncó absolutamente los planes iniciales.

Sería en 1986 la revancha y ahí sí que se repensó el plan. La buena publicidad con la que contaban los eventos de Quiroga convenció a muchos, no sólo chilenos, en asistir a la naciente carrera. En total, dicen los registros extraoficiales (no existe uno oficial) llegaron 170 atletas aproximadamente.

Como en aquella época el triatlón recién se imponía como un deporte federado y normado, las distancias variaban dependiendo de cada organizador. En el primer Pucón fueron 600 metros de natación, 30 kilómetros de ciclismo y 16 de trote, algo muy distinto a lo que hoy se compite.

"Los días previos hubo una tormenta que casi nos vuela los andamios que teníamos para señalizar la meta", recuerda Quiroga, hoy con 62 años de edad. "Siempre comenzó y terminó al lado del lago, como ahora, pero en ese tiempo la transición a la bicicleta era ahí mismo en la playa", recuerda.

Los encajonamientos de cada vehículo eran sólo divisiones de madera, muy artesanales, que con el tiempo fueron variando. Aquel primer triatlón de Pucón, Cristián Bustos fue el ganador, dando origen también a la leyenda que con los años nacería. No se ganó dinero, pero sí se inició el hito.