Nadal gana Madrid y acecha el récord de Masters 1000

Rafael Nadal (5°) llegaba con la confianza a tope tras la contundente victoria ante Novak Djokovic ayer. El Masters de Madrid era testigo de cómo el español confirmaba su tremenda alza tenística en 2017. Pero al frente estaba Dominic Thiem (9°) quien en la temporada cosechaba 26 triunfos. Sin embargo, ni la agresividad del austriaco pudo contra la consistencia y regularidad de Nadal quien lo derrotó por 7-6 y 6-4 en 2 horas y 17 minutos de juego.

De paso, el manacorí se adjudicó su título 30 en la categoría Masters 1000 igualando la marca de Novak Djokovic y trepó al cuarto lugar del ranking ATP dejando atrás a Roger Federer. La historia se escribió así en la historia mágica.

El austriaco golpeó primero en el tercer game tras una excelente volea de revés. Quiebre al bolsillo. La derecha con altura hacia el revés de Nadal le estaba dando frutos. Con el 2-1 a su favor y con un exquisito revés cruzado, ratificaba lo conseguido. Preocupación en el banquillo del español quien por momentos, se vio sobrepasado por la velocidad de pelota que de las cuerdas de Dominic, despegaba.

En el sexto juego, Nadal ganó un punto increíble y se puso 15-40. Pero Thiem, fiel a su estilo agresivo, clavó una derecha a la línea. Pero enseguida erró una volea. El quiebre estaba recuperado y todo quedaba en tablas en 3.

La intensidad de Thiem lentamente decaía cuando era atacado a su revés. Dos metros detrás de la línea de base corría el austriaco. Ambos mantuvieron su servicio y cuando el 9° del ranking mundial sirvió 4-5, Nadal dispuso tres bolas de set. Pero escapó gracias a un certero servicio y dos derechas ganadoras. Al todo o nada jugaba Dominic quien tras otro tremendo saque, equiparó todo en 5. Tensión y nervios se hacían presentes en la Caja Mágica.

En una definición dramática, Nadal consiguió el primer set por 7-6(8) en el tie-break tras levantar dos en contra. El reloj marcaba 1 hora y 20 minutos de juego cuando la derecha de Thiem caía fuera. Celebración eufórica del mejor tenista de arcilla de la historia.

Con el envión anímico, el segundo parcial inició con el quiebre para el español quien ya encaminaba a la victoria. La tónica del encuentro continuó hasta el noveno juego cuando Thiem servía 3-5 para sobrevivir. Nadal dispuso de dos bolas de campeonato pero el austriaco no se dio por vencido y salvó la situación. Con esa confianza de escapar de situaciones límites, el retador tuvo cuatro bolas de quiebre pero no, en casa del español manda el local. Fue en su cuarta oportunidad y tras una genial volea, que alzó el título. Rodillas al piso y emoción. Roland Garros, a la vista.