Nicolás Millán quiere dar el gran salto a Primera

El 10 de septiembre de 2006 fue el día más importante en la vida de Nicolás Millán (21). Jugando por Colo Colo, con 14 años, 10 meses y una infinidad de ilusiones, Claudio Borghi lo hizo ingresar en Playa Ancha, frente a Santiago Wanderers.

Era el minuto 80 y se producía el récord. El chico se convertía en el jugador más joven en debutar en Primera División. La tarde pudo ser redonda, pues dos minutos más tarde tuvo una inmejorable opción de marcar, pero su remate se fue desviado ante el achique de Francisco Prieto.

"Mi vida cambió ese día en un ciento por ciento. Fue muy fuerte. Todo a mi alrededor cambió, porque me pilló muy de sorpresa. Fue todo complicado, ya que, por ejemplo, el primer equipo entrenaba en la tarde y yo tenía que ir al colegio... una locura", recuerda el actual atacante de Curicó Unido.

A finales de 2006, Millán partió a probar suerte al poderoso Chelsea inglés. "Una gran aventura. Allá conocí el verdadero fútbol. Es otra cosa. Una vida totalmente diferente. Estuve solo un mes y medio, pero todo lo que experimenté allá me sirvió para crecer y madurar en todo sentido", cuenta.

De ese viaje recuerda: "Entrené con el primer equipo y compartí con (José) Mourinho, quien es todo lo contrario a lo que se dice de él. Demasiado cercano y amable".

 El gran salto

Luego de volver de Europa, por compromisos laborales de su padre, partió a Argentina, donde tuvo la chance de jugar en Rivadavia de Lincoln, un club de la Tercera División transandina.

"Un equipo muy chico y modesto, pero de todas formas significativo para mí. También fue otra cosa. Los estadios llenos todos los fines de semana. Mucha pasión y amor por la camiseta".

Luego, estuvo en Tigre. "Casi salimos campeones y clasificamos a la Sudamericana. Un sueño hecho realidad", acota. Sin embargo, el destino lo traería de vuelta a Chile.

Pese a que volvió a Colo Colo en 2010, no encontró espacio en el equipo dirigido en ese entonces por Diego Cagna. Partió a préstamo y comenzó a recorrer la Primera B: primero en Naval (2011-2012), después en Unión Temuco, el primer semestre de este año, hasta llegar a Curicó Unido, donde ha jugado 10 de los 12 partidos del torneo en los que ha marcado cuatro goles, alcanzando la continuidad que buscaba.

Pese a todo, no esconde su anhelo: "Tengo la mente en Curicó, pero ya estoy preparado para dar el salto y brillar en Primera". Pese al empate del sábado, están bien encaminados en este torneo, al menos, pues marchan terceros, acercándose al líder San Luis.

"Siento mucho orgullo por el recorrido que tengo con apenas 21 años, pero mantengo los pies en la tierra. No creo que me haya jugado en contra haber debutado tan joven. Simplemente, se dio. Ya tengo mucho recorrido, pero aún un largo camino por seguir", afirma.