Nicolás Santiesteban, heredero de Fruna: "Todos me conocen como el Willy Wonka"

fruna
03 / 03 / 2017 Manifiesto a Nicolas Fruna, realizada en la frabrica fruna de Camino a melipilla Mario Tellez / La Tercera

El hijo del dueño de Fruna se refiere en su Manifiesto a la popularidad de su empresa, a la tradición familiar dentro de la confitería y de los nuevos productos que tiene en mente.




Todos me conocen como el Willy Wonka. De esa película lo que más me gustó es que pude ver cómo se hacía un producto. Lo probé y salió, pero lo tengo guardado. De la historia me gusta que juega con el sentimiento de un niño humilde que puede llegar a conocer una gran empresa. Una vez al mes doy una vuelta con los hijos de nuestros trabajadores y ellos me abrazan. Soy el verdadero Willy Wonka.

Mi papá nos llevaba a trabajar a la fábrica en verano. Para nosotros, su trabajo siempre fue un tema que estaba presente. Cuando estábamos comiendo escuchábamos cosas sobre la fábrica o llevaba sus productos para probarlos. Nunca hizo focus group, nosotros le decíamos si los dulces eran buenos o no. Con mis hermanos jugábamos a la escondida entre cajas de galletas. Fruna partió como una empresa de 15 personas y ahora somos una de las marcas más populares de Chile.

En el colegio me iba mal, pero les llevaba dulces a los profesores. Ahí me salvaba. Era medio flojazo. Con un grupo de amigos éramos muy buenos para la talla, pasaba molestando a todo el mundo. El portero me decía que si le llevaba una caja de galletas me dejaba salir más temprano. Nunca me molestó ser conocido por Fruna, es parte de mi vida. Mi familia es confitera y yo quiero seguir siendo confitero.

Somos una familia bien relajada. Mi papá es livianito de sangre, no se estresa con nada. Yo tampoco. Cuando nos juntamos nos gusta el asado, siempre nos vamos al campo como familia. Estamos bien unidos.

Me gusta ir a cantar cumbias. No soy muy bueno para carretear. De repente salgo a ver bandas, al Bar las Tejas, al Hoyo y a la Fonda Permanente tomando terremoto. Eso sí, soy más de cantar que de ir a bailar.

He mirado cómo hacer productos si es que la marihuana se llega a legalizar en Chile. No me gustan las drogas, aunque tengo claro que si se llega a aprobar podríamos hacer productos con eso. Habría que ver si la ley llega hasta ese punto, pero lo hemos pensado. Ya tengo visto el tema para hacer un bizcocho, un queque o alguna galleta de marihuana.

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Foto: Mario Tellez / La Tercera

Foto: Mario Tellez / La Tercera[/caption]

Soy nacionalista, creo en el producto nacional. Si es chileno es muy bueno. He conocido varios ilustradores, bandas y directores de cine a los que he ayudado. Hay que ayudar e incentivar el arte, la cultura o a la misma empresa chilena. Es muy difícil competir con multinacionales que te rompen altiro.

Les tengo respeto a los empresarios. Esta camada que está ahora, la familia Paulmann, los Luksic, son de familias que venían con capital, pero que partieron desde abajo. Supe que Lucy Ana donó el SuperTanker y encuentro que actuó de buena fe. Ella no tendría que preocuparse. Don Andrónico Luksic tampoco debería preocuparse de algo que tendría que haber cubierto el Estado.

La política chilena es un circo. Y lo digo sin desprestigiar al circo. No veo televisión, cuando escucho algo sobre política apago la radio. No encuentro nada de seriedad en el tema. Son todos familiares, los mismos payasos en el mismo circo. Hay políticos que están metidos en casos de corrupción y pueden ser presidentes. No tengo confianza en ninguno.

Encuentro que la ley de etiquetado es buena, hay que apoyarla. A nosotros no nos invitaron a la discusión. Nunca hemos hecho Lobby. Fuimos los primeros en sacar la ley de etiquetado en nuestros productos, seis meses antes de la ley. Nos ayudó a sacar productos zero, sin azúcar, a desarrollar cereales y barritas que antes no teníamos. Nos cambió un poquito el chip.

En la familia somos fanáticos de Unión Española. Somos socios desde chicos y vamos seguido al estadio, aunque no hacemos mucho deporte. Para nosotros sería un sueño que Fruna auspicie al equipo, pero todavía no es el momento.

Tengo dos hijos y me gustaría que se mantenga la tradición. Si es que se puede. Al igual que mi papá lo hacía conmigo, los traigo a la fábrica. Siempre me piden que traiga cubanitos a la casa, y que tenga el refri lleno de helados y dulces. Les gustan

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