Nuevo tifón se acerca a Filipinas y obliga a atracar embarcaciones

Miles de personas quedaron hoy varadas en la principal isla Filipina de Luzon, mientras se acercaba un nuevo tifón que obligó a dejar en puerto a los transbordadores, evitando a las personas que puedan volver a sus hogares en las provincias el fin de semana.

Dos tifones en los últimos dos meses han causado la muerte de más de 900 personas y sectores de la capital Manila aún se encuentran bajo el agua.

Mirinae, un tifón de categoría 2, alcanzó mayor velocidad mientras se acercaba a la principal isla del país, cambiando su curso para impactar provincias productoras de cocos al sur de Manila en vez de los campos de cultivo de arroz en el norte.

Los vientos en su centro tienen una velocidad de 150 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 185 kph.

"Esperamos que el tifón toque tierra en la provincia Quezon antes de la medianoche del viernes y atraviese las provincias justo al sur de Manila", dijo a reporteros Prisco Nilo, jefe de la agencia meteorológica.

La guardia costera ha atracado 45 transbordadores en puertos claves de Luzon, lo que ha impedido que miles de personas regresen a sus provincias para el día de Todos los Santos.

En esta fecha una atmósfera festiva desciende a los cementerios del país mayoritariamente católico romano, mientras los familiares de los difuntos realizan picnics junto a las tumbas.

Autoridades ordenaron a residentes de áreas bajas que se encuentran en la trayectoria del tifón que evacúen sus hogares.

Las tropas de la isla de Luzon fueron puestas en alerta, un día después de que camiones del Ejército, cargados con comida y bienes de asistencia, fueran enviados a áreas que se encuentran en el camino de la tormenta.

A fines de septiembre, el tifón Ketsana provocó lluvias en Manila y áreas adyacentes, dejando a decenas de miles de personas sin hogar y dañando más de 180 mil toneladas de arroz.