Obama cancela fiesta de Halloween en la Casa Blanca por efecto "Sandy"
El año pasado, el mandatario estadounidense y su esposa Michelle invitaron a unos 2.000 niños de los alrededores de Washington y repartieron dulces.
El Presidente de EEUU, Barack Obama, canceló hoy la tradicional fiesta de Halloween para niños en la Casa Blanca debido al ciclón tropical "Sandy".
El año pasado, Obama y su mujer Michelle invitaron a unos 2.000 niños de los alrededores de Washington y repartieron dulces.
Sin embargo, hoy la familia presidencial parece tener otras prioridades: el Presidente cambió su agenda para viajar a Atlantic City, en Nueva Jersey, una de las ciudades más afectadas por el paso de "Sandy".
Previamente al viaje esta mañana, el mandatario realizó una visita no agendada a la Agencia Federal de Manejo de Catástrofes (FEMA) en Washington.
En la central de la agencia encargada de supervisar la reacción y ayuda tras desastres naturales como el causado por la histórica tormenta, que provocó multimillonarios daños en toda la costa este del país, Obama se reunió con el director de FEMA, Craig Fugate. En el encuentro estaban también presentes la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, y el jefe del Pentágono, Leon Panetta, según los periodistas que acompañan al mandatario.
La amenaza que suponía "Sandy", que hasta su llegada a la costa de Nueva Jersey era un huracán de categoría uno que previamente causó estragos en el Caribe, obligó a Obama a suspender el lunes su campaña electoral a pesar de que sólo queda una semana para los comicios, y regresar de forma precipitada a Washington, donde ha permanecido desde entonces coordinando la respuesta federal a la tormenta.
Ayer, el Presidente visitó también la sede en Washington de la Cruz Roja, desde donde advirtió que lo peor de la tormenta "no ha pasado aún", pero aseguró la solidaridad de todo el país con los millones de damnificados.
Según los medios estadounidenses, aunque el desastre provocado por "Sandy" en la costa este ha interrumpido los esfuerzos electorales del demócrata en momentos en que su carrera contra el rival republicano, Mitt Romney, es más que ajustada, su respuesta a la tormenta podría beneficiarle puesto que le permite mostrarse como el "comandante en jefe" del país.
Además, su reacción a "Sandy" le ha valido ya los halagos de influyentes políticos republicanos como el propio gobernador Christie, uno de los seguidores más fuertes de Romney.
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