Obama se reunirá con presidentes centroamericanos para tratar crisis migratoria infantil

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunirá el 25 de julio en la Casa Blanca con los mandatarios de Guatemala, Honduras y El Salvador para abordar la crisis humanitaria causada por la llegada de más de 57.000 niños indocumentados no acompañados al país en los últimos ocho meses. 

La Casa Blanca confirmó que Obama y el vicepresidente Joe Biden abordarán esta crisis humanitaria con el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, el presidente de Honduras, Orlando Hernández y el presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén.

"Los cuatro líderes y el vicepresidente Biden hablarán sobre cómo reforzar nuestra colaboración en curso para frenar el flujo de inmigrantes indocumentados de Centroamérica a México y a Estados Unidos", anunció la Casa Blanca a través de un comunicado.

Los mandatorios hablarán de "cómo los Estados Unidos y los gobiernos centroamericanos están cooperando para promover la migración segura, legal y ordenada entre nuestros países con un espíritu de responsabilidad compartida, en particular con respecto al retorno de familias para los tres países, lo cual comenzó esta semana", precisó la Casa Blanca.

Los líderes también abordarán cómo pueden trabajar con otros miembros de la comunidad internacional "para promover el desarrollo, el crecimiento económico y la seguridad en la región".

También hablarán de los factores que están causando que los ciudadanos centroamericanos emprendan este "peligroso viaje" a los Estados Unidos.

La Casa Blanca confirmó que el vicepresidente Biden almorzará con los tres líderes antes de la reunión con el presidente Obama para continuar el diálogo que iniciaron sobre esta cuestión en su reunión del 20 de junio en Ciudad de Guatemala.

Obama pidió la semana pasada al Congreso de Estados Unidos 3.700 millones de dólares para hacer frente a esta crisis humanitaria, que ha hecho saltar todas las alarmas en Washington. 

El gobierno norteamericano calcula que al final de este año fiscal, que llega a su fin en septiembre, el número de menores indocumentados no acompañados que cruzan la frontera podría alcanzar los 90.000.