Objetivos del Milenio, una ruta plagada de accidentes
¿Qué tanto tiene que ver la seguridad vial con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)?
Muchísimo, según un reporte encargado por la Fundación de la Federación Internacional del Automovilismo (FIA) como parte de su campaña global "Carreteras Seguras".
Después de todo, los accidentes de tráfico ya son la segunda causa de mortalidad a nivel mundial entre los niños de 5 a 14 años, causando incluso más muertes que la malaria, la tuberculosis, la diarrea y el VIH/SIDA.
"Y todo apunta a que para 2015 ya serán el principal asesino (de niños en esta franja de edad)", le dijo a BBC Mundo Avi Silverman, de la Fundación FIA.
Con el estudio -que será presentado el próximo miércoles en el marco de la cumbre de Naciones Unidas sobre los Objetivos del Milenio que se está celebrando en Nueva York- la Fundación FIA quiere establecer definitivamente el problema de la seguridad vial como un importante problema de desarrollo.
Y es que como sostiene el autor del reporte, el profesor Kevin Watkins, "definir metas para reducir las tasas de mortalidad entre niños que no han cumplido los cinco años, y no ponerle atención a las muertes en la carretera, una de las principales causas de muerte entre los que tienen de cinco a 14 años, no sólo es algo irracional, sino éticamente indefendible".
EN LOS PAISES MAS POBRES
En su reporte, el experto de la Universidad de Oxford, Inglaterra, demuestra además que los objetivos de reducción de la pobreza y acceso a la educación también se ven afectados negativamente por la inseguridad vial.
Después de todo, el problema es especialmente grave en los países en desarrollo, donde se registran más del 85% de las muertes por accidentes de tránsito.
Diariamente unas 3.500 personas pierden la vida en las carreteras de todo el planeta y de éstas, 3.000 viven en los países más pobres.
Y a nivel personal los usuarios más afectados, por muertes o lesiones, también son los más vulnerables: peatones, ciclistas o pasajeros de vehículos de dos ruedas.
Marlene B. es un ejemplo. En agosto de 2009 esta joven ecuatoriana tuvo que ser operada de emergencia en un hospital en Quito luego de que un camión la envistiera cuando se encontraba en una vereda esperando su turno para cruzar la calle.
"Tras la operación, tuve que usar muletas por ocho meses, y ahora debo utilizar un bastón para caminar. No puedo correr, ni hacer ningún tipo de ejercicio físico con mi pierna", le dijo Marlene a BBC Mundo.
"Ese accidente ha cambiado en mucho mi vida, pero sigo luchando para salir adelante", explicó la joven ecuatoriana.
Y, a pesar de todo, es posible afirmar que Marlene B. tuvo suerte: según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Ecuador es el país de América Latina con la mayor tasa de accidentes de tránsito mortales por cada 10.000 vehículos registrados.
Esta trágica lista la encabezan varios países de África y del sudeste de Asia, entre los 11 primeros figuran tres países latinoamericanos: Ecuador, El Salvador y Bolivia.
EL COSTO
El reporte de la FIA se titula "El eslabón perdido: las lesiones por accidentes de tránsito y los Objetivos de Desarrollo del Milenio".
Y está lleno de ejemplos acerca de como este problema afecta negativamente los esfuerzos por alcanzar los ODM.
"Cada año cerca de 133.000 niños de los países en vías de desarrollo en edad escolar pierden su derecho a la educación por una sencilla y trágica razón: mueren en las carreteras, a menudo mientras se dirigen a la escuela", se explica en el reporte.
"Y muchos miles más ven sus posibilidades educativas disminuidas por heridas y discapacidad", añade el documento.
Además, la FIA estima es que el costo por accidentes viales en el mundo en desarrollo asciende cada año a más de US$100.000 millones.
"Más o menos la misma cantidad de lo que reciben en ayuda internacional", le dijo Silverman a BBC Mundo.
Esa también es la cifra que el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo es necesario superar para poder cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio en cuanto a la reducción de la pobreza y del hambre a nivel mundial.
Y según Silverman, el impacto negativo de los accidentes de tránsito sobre la economía de los países en vías de desarrollo año con año también se puede comparar con el que tuvo la crisis financiera global.
UN PROBLEMA DE ACTITUDES
¿Por qué no darle entonces al problema la importancia que tiene? ¿Y por qué no se hace más para combatir el problema?
"Como sucede con la mayoría de los ODM los principales obstáculos de la seguridad vial no son técnicos ni financieros", afirma el profesor Watkins en su reporte.
Después de todo, construir carreteras con cruces seguros para los peatones, regular adecuadamente los servicios de transporte público o garantizar el respeto de los límites de velocidad y el cumplimiento de las leyes que hacen obligatorio el uso de cinturones de seguridad o cascos para los motociclistas, no requiere de grandes inversiones, explica.
"Lo que requiere es voluntad política, visión estratégica y empatía con los usuarios más vulnerables. Por encima de todo, sin embargo, la posibilidad de cambio requiere de nuevas actitudes", señala el reporte de la FIA.
De no imponerse esas nuevas actitudes, advierte la organización, el número de muertos por accidentes de tránsito en los países de bajo y mediano ingreso en 2020 será un 80% más alto que el registrado en 2000.
Y para 2030 el número de fallecidos ascenderá a nivel mundial a por los menos 2.1 millones de personas cada año.
Para evitarlo, Naciones Unidas ha declarado el período 2011-2020 como la "década para la acción en seguridad vial". Pero, una vez más, el reto será transformar en acciones las palabras.
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