OIT prepara informe sobre el futuro del mercado laboral y la automatización
Según la entidad, "Chile permite una rápida incorporación de la tecnología para la producción".
Paralelamente al debate que se ha suscitado en el país en relación a si la automatización de funciones laborales debe o no ser considerada como reemplazo en huelga, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) esta realizando un informe sobre el futuro del mercado laboral, analizando justamente -entre otros temas- la incorporación de tecnologías en las empresas.
Al respecto, el director para el cono sur de la entidad internacional, Fabio Bertranou advierte que en la discusión en Chile sobre la posibilidad de que la automatización se considere como reemplazo en huelga, "por el momento se ha dado un debate de carácter más bien jurídico sobre este punto (...) preliminarmente, veo el debate como una conjunción de dos fenómenos distintos. La automatización no ocurre en forma espontánea o de un día para otro, sino que es producto de un proceso de transformación de las empresas y de los sectores económicos que puede llevar años. Por otro lado, el tema del reemplazo en huelga hasta el momento se ha dado en el marco de un debate a corto plazo".
En esta línea, señala que "Chile tiene una economía muy dinámica y por ser abierta, permite una rápida incorporación de tecnologías para la producción disponibles en los mercados internacionales".
De acuerdo a Bertranou, el informe busca "brindar un mapa de los desafíos y posibles respuestas en temas tan cruciales como dónde se encuentran las mejores oportunidades para la generación de empleo sostenible, los arreglos institucionales necesarios para dar cuenta de las transiciones en la organización de la producción y el trabajo en respuesta al cambio tecnológico y la automatización, los mecanismos más apropiados de gobernanza del trabajo, entre otros".
Para la elaboración de este informe, la OIT ha comenzado a nivel global "una serie de conversaciones con los actores tripartitos del mundo laboral (empresas, trabajadores y gobiernos) pero también con otros actores como la academia y organismos internacionales.
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