Ojo por ojo, oreja por oreja
Un tribunal paquistaní ordenó que se les cortan las orejas y las narices a dos hermanos, en castigo por haber hecho lo mismo a una mujer que se negó a casarse con uno de ellos.
Los hermanos fueron declarados culpables de secuestrar a Fazeelat Bibi, una prima suya de 20 años, el pasado septiembre.
El juez, de la ciudad de Lahore, los sentenció este lunes a cadena perpetua y les obligó a pagar una multa de US$2.000.
Pero además para su dictamen el magistrado echó mano de leyes islámicas en desuso, aprobadas durante el régimen militar de la década de 1980, que recuerdan la máxima del Talión: ojo por ojo, diente por diente.
CON LA SOGA AL CUELLO
El fiscal Ehtisham Qadir dijo que el castigo está en concordancia con el principio islámico del "ojo por ojo".
Sher Mohammad y Amanat secuestraron a Fazeelat Bibi mientras ésta regresaba de su trabajo en una fábrica de ladrillos en la zona de Raiwind en Lahore.
"Le pusieron una soga al cuello, y luego le cortaron las orejas y la nariz", dijo Qadir a la BBC.
La policía todavía anda en busca de tres supuestos cómplices.
Los hermanos cometieron el crimen luego de que el padre de la joven se negara a dar su mano en matrimonio a Sher Mohammed, explicó Qadir.
Las leyes de corte islámico que inspiraron la sentencia de este lunes se aprobaron durante el gobierno del general Ziaul Haq, hace dos décadas.
El corresponsal de la BBC en Islamabad Ilyas Khan explica que los castigos que prescriben estas leyes rara vez se han invocado y jamás se han aplicado. La mayoría son revocados en una apelación.
Grupos defensores de los derechos humanos piden desde hace años el fin de los ataques contra las mujeres paquistaníes, quienes frecuentemente son víctimas de desfiguramiento facial.
Pero también han denunciado castigos como los que incluye la sentencia de este lunes.
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