Osvaldo Andrade: "Habría sido una torpeza que Vidal y Velasco no se hubiesen saludado"

El ex ministro del Trabajo dijo que no se percató del hecho, y llamó a los ex miembros del anterior gobierno a no caer en la personalización y asumir los errores como "parte de un todo".




El diputado socialista y ex ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade, lamentó esta mañana el impasse surgido entre los ex ministros de Defensa, Francisco Vidal, y de Hacienda, Andrés Velasco, y que quedó de manifiesto anoche en la cena que convocó a los miembros del que fuera el gabinete de la ex Presidenta Michelle Bachelet, en el restaurante Divertimento, en donde ambos ministros no se habrían saludado.

"No me percaté que no se habrían saludado. Si así fue, yo creo que habría sido una torpeza, porque fue una reunión que finalmente fue muy fructífera, y hoy día esta desavenencia va a ser el centro", afirmó Andrade en radio Cooperativa, y calificó el hecho como un "error político".

El actual diputado comentó que "en la reunión nada de esto se conversó, de que hubo una polémica", y prefirió destacar el tema que finalmente convocó a los ex ministros.

"Conversamos sobre cómo proyectábamos el esfuerzo que se hizo durante los 20 años de gobierno de la Concertación, particularmente del gobierno de Michelle Bachelet, y desde esa proyección sobre cómo éramos parte de un esfuerzo común que tiene que hacer la oposición para proponerle a Chile un conjunto de ideas que nos permitan gobernar en el próximo periodo", dijo.

Sobre la polémica Velasco-Vidal, el parlamentario aseguró que "es un profundo error que la autocrítica tenga que ver con la personalización de aquello. Cuando uno es parte de un gobierno es parte de un todo, y tiene que asumir los logros y también asumir los errores, y esos, por Dios que cuesta asumirlos colectivamente. (…) Finalmente los gobiernos son uno, y tienen que asumir sus claros y sus oscuros también como lo que son, que son uno".

En esa línea, Andrade afirmó que "el ser oposición supone defender lo obrado, de lo cual tenemos legitima satisfacción, pero al mismo tiempo también de enfrentar los errores y falencias que cometimos". "Hay que asumir que también no todo se hizo bien, y es parte de la grandeza ante la ciudadanía reconocer eso", agregó.

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