Pablo Calandria, el goleador argentino que tiene a O'Higgins a un paso de la gloria
El delantero del cuadro rancagüino responde semana a semana al respaldo de Eduardo Berizzo, y tendrá el martes la oportunidad de sellar el primer título de la institución.
La regularidad siempre le fue esquiva a Pablo Calandria hasta que se puso la camiseta de O'Higgins de Rancagua. 16 partidos y 1318 minutos en el Torneo de Apertura 2013-2014 son la prueba de aquello.
El respaldo y la confianza de la banca técnica fue fundamental y el delantero se volvió un aporte indiscutido para el equipo. Tanto así, que en la última fecha del torneo anotó vía penal dos goles que le permitieron al elenco de la sexta región no resignar la pelea por el título y aplazar la definición para el martes.
En la final, el centrodelantero del "Ohi Ohi" tendrá la posibilidad de cobrarse revancha por los malos ratos que pasó en el fútbol. Coincidentemente, espera arrebatarle la corona a uno de los equipos que le dio la espalda: La Universidad Católica.
Calandria tuvo un futuro más que prometedor en sus inicios. Emergió de las inferiores de Huracán y le bastaron seis partidos para que se especulara con un traspaso a River Plate. Finalmente, se optó por un salto aún mayor y el nuevo milenio encontró al trasandino defendiendo al Olympique de Marsella.
Sin embargo, su adaptación no se dio en los términos esperados y durante once años estuvo vagando por distintos clubes por el mundo sin lograr la trascendencia esperada. Sumó pasos en Málaga, Albacete, Gimnasia y Esgrima ya de vuelta en Sudamérica y una serie de clubes más donde estuvo solo relegado al banco.
Ya en Chile. una buena campaña en Santiago Morning, le permitió llegar a Universidad Católica por pedido expreso de Juan Antonio Pizzi, donde se esperaba por su consolidación definitiva. Y aunque levantó la Copa Chile del 2010, no se le aseguró un puesto, y terminó siendo desechado y traspasado a Santiago Wanderers, donde volvió a perderse.
El "Toto" Berizzo fue quien confió en el argentino con pasaporte italiano para su proyecto en O'Higgins. Se mudó a Rancagua en el 2013 y se instaló con todo éxito en la delantera del "capo de provincia" donde se convirtió en la carta de gol de su cuadro, pagando su deuda finalmente con el fútbol.
Hoy ya suma once goles en lo que va de torneo. El último, el de la remontada agónica ante Rangers que mantiene a los rancagüinos a un paso de conseguir la primera estrella de la institución. O'Higgins no desiste en la pelea por la corona con Calandria por fin con un rol protagónico.
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