Pareja de víctima del choque de helicópteros en Argentina duda que la causa sea una falla humana

Juan Carlos Castillo, uno de los dos pilotos argentinos que murieron junto a ocho franceses en el choque de helicópteros en Argentina, era un experto en la materia que se sentía feliz volando, dijo su pareja, Azucena Agüero, escéptica de que una falla humana  causara el accidente.

Castillo pilotaba uno de los dos helicópteros que se estrelló el lunes tras  chocar en vuelo con otro manejado por Roberto Abate, cuando transportaban a  ocho franceses, entre ellos tres célebres figuras deportivas, que participaban  de la filmación del reality "Dropped" para el canal francés TF1.

"No pienso que fuera una falla humana, al menos por la parte de él, por la  experiencia que tiene. No puedo decir que haya sido o no, pero simplemente digo  que no", afirmó Agüero en una entrevista con AFP en la plaza central de la  capital de La Rioja, provincia homónima, donde ocurrió la tragedia el lunes en  la tarde.

La compañera de Castillo destacó varias veces durante la conversación los  36 años de experiencia como piloto de helicópteros.

Era un oficial retirado de la Fuerza Aérea Argentina, excombatiente de la  guerra de Malvinas en 1982, que participó luego en varias campañas en la  Antártida y hasta ahora trabajaba como piloto para el traslado del gobernador  riojano.

Realizaba su trabajo "con mucha responsabilidad", insistió.

Por eso Agüero, con quien convivía desde hacía cinco años en la ciudad de  La Rioja (1.100 km noroeste de Buenos Aires), descartó que Castillo, haya sido  responsable del accidente en Villa Castelli.

"Cuando conversábamos y yo le preguntaba ¿qué se siente al volarâ, él me  decía: 'Yo me siento muy feliz volando, si no vuelo no tengo vida'", contó la  mujer.

 "Esperando el cuerpo"

La mujer se lamentó de no tener ninguna información oficial sobre el caso.

"Estoy esperando el cuerpo, porque nadie me informó sobre el caso. Estoy  totalmente desesperada porque también quiero saber qué le pasó a mi pareja",  afirmó.

Según Agüero, Castillo era "una persona muy alegre, que amaba la vida,  amaba lo que hacía, era muy solidario, una persona buena y siempre estaba  atento a lo que le pedían en su trabajo".

"Estaba muy feliz porque iba a ser abuelo", agregó.

Castillo se había enterado de que su futuro nieto iba a ser un varón poco  antes de subir al helicóptero perteneciente a la gobernación de La Rioja, que  también había pilotado durante el Rally Dakar para apoyar a los competidores  que atravesaban en enero pasado esa zona árida e inhóspita del noroeste  argentino.

Así lo había contado Cristina Álvarez, la primera esposa del piloto y madre  de sus hijos, de quien no estaba divorciado, en declaraciones al canal TN al  día siguiente del accidente.

Según Álvarez, Castillo para el piloto el fatídico vuelo era "de rutina".  "No me explico" las causas del accidente, había dicho Álvarez tras mostrarse  como experta en el tema aeronáutico.

La mujer dijo que había hablado con Castillo el lunes al mediodía, poco  antes del siniestro, para contarle que el nieto que esperaban sería varón, "así  que estaba sumamente feliz, haciendo proyectos para venir y festejar, él estaba  bien", contó.