Parlamento británico afirma que Murdoch no es apto para dirigir una compañía internacional

La Comisión de Cultura y Medios de Comunicación en un demoledor texto acusa al magnate de los medios de no tomar "las medidas necesarias" sobre las escuchas telefónicas", hacer "vista gorda" y exhibir "una ceguera deliberada sobre lo que ocurría en sus empresas y publicaciones".




El magnate de la prensa Rupert Murdoch mostró  "una ceguera deliberada" sobre el escándalo de las escuchas telefónicas en su  ahora desaparecido dominical News of the World y "no está capacitado" para dirigir un gran grupo internacional, concluyó el martes un informe británico, según AFP.

Esto pone en cuestión el futuro de sus negocios en Reino Unido, en especial su jugosa participación (39%) en el operador de televisión BSkyB. La participación de News Corp. en la plataforma digital, que tiene 10 millones de clientes en el país, ha sido cuestionada desde que estalló el escándalo de las escuchas, que obligó a la empresa a abandonar sus planes de hacerse con la totalidad de las acciones, consignó Efe.

"Rupert Murdoch no tomó las medidas necesarias para informarse plenamente  sobre las escuchas telefónicas, hizo la vista gorda y exhibió una ceguera deliberada sobre lo que ocurría en sus empresas y publicaciones", afirmó el  informe de la Comisión de Cultura, Medios de Comunicación y Deportes de la  Cámara de los Comunes, la Cámara Baja del Parlamento.

"Concluimos, por tanto, que Rupert Murdoch no es una persona digna de  dirigir una gran compañía internacional", agregó esta comisión en su informe de  121 páginas titulado "News International y Escuchas telefónicas".

En una primera reacción, News Corp., la matriz estadounidense de News  International, señaló que estaba "revisando cuidadosamente" el documento antes  de responder, pero reiteró su disculpa a todas las víctimas de escuchas.

Los 11 miembros de la comisión interrogaron en los últimos nueve meses a  periodistas y responsables del desaparecido semanario británico, así como a  policías, abogados y famosos como el actor Hugh Grant o el ex jefe de la  Fórmula 1 Max Mosley.

El presidente de News Corp., de 81 años, y su hijo James Murdoch, entonces  todavía presidente de News International, comparecieron en julio, pocos días  después de que el escándalo les obligara a clausurar el popular semanario.

James, de 39 años, volvió a ser convocado en noviembre para que aclarara  contradicciones entre su primer testimonio y los de dos ex empleados del grupo  sobre un correo electrónico que daba a entender ya en 2008 que las escuchas no  eran obra de un solo periodista, sino que estaban generalizadas. Murdoch  siempre negó estar al corriente del contenido de este mensaje.

Casi seis meses después, el informe señala que James demostró "ignorancia  deliberada" sobre lo ocurrido, lo cual "suscita claramente preguntas de  competencia", agregó el texto, aprobado a pesar de la oposición de los cuatro  miembros de la comisión pertenecientes al Partido Conservador del primer  ministro británico David Cameron.

La comisión acusa a News International, en tanto que empresa y sin señalar  directamente a los Murdoch, de haber "engañado" a la comisión acerca de las  supuestas investigaciones que llevaron a cabo internamente sobre las escuchas,  e implica personalmente a otros tres ejecutivos.

Corresponderá ahora a la Cámara de los Comunes decidir si alguno de ellos  cometió desacato y debe ser castigado por ello.

El redactor jefe de la sección de realeza del News of the World y un  detective privado fueron condenados en 2007 a penas de cárcel por las escuchas,  pero la extensión del escándalo no empezó a emerger hasta que la policía abrió  una nueva investigación en enero de 2011.

La crisis se agravó en julio cuando se reveló que el dominical había  'pinchado' el buzón de voz del teléfono móvil de Milly Dowler, una adolescente  desaparecida antes de ser hallada asesinada, lo que indignó a los británicos.

El News of the World está acusado de haber escuchado desde 2000 los buzones de voz de los teléfonos de unas 800 personas, incluidos famosos, políticos y  miembros de la familia real pero también víctimas de crímenes, para tratar de obtener exclusivas.

Además de este comité parlamentario, el caso está siendo investigado  también por un panel independiente, la llamada comisión Leveson. Esta se centra  en la ética de la prensa para no interferir en las pesquisas policiales, que  han dado lugar a decenas de detenciones pero por el momento a ninguna detención  formal.

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