Partido aliado de Rousseff promueve a Lula como candidato

"Nadie me separará de Lula, y él tampoco se separará de mí. Conozco su lealtad a mí, y él conoce mi lealtad a él". Con esta frase, la Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, salió al paso de la campaña "Vuelve Lula", impulsada por un sector del oficialismo frente a la incertidumbre en torno a sus posibilidades de conquistar un nuevo mandato en las urnas, el próximo 5 de octubre. La caída de Rousseff en las encuestas ha alimentado versiones sobre un posible regreso de su carismático antecesor. Sin embargo, éste ha negado cualquier intención de volver al cargo.

Algunos sondeos habían ya mostrado en el último mes una caída en la popularidad de Rousseff, coincidiendo con un empeoramiento de las expectativas económicas y sociales de los brasileños, pero hasta ahora, los puntos perdidos por la gobernante no se habían traducido en un avance de sus más posibles contrincantes. Eso hasta ayer, cuando la tradicional encuesta de la Confederación Nacional del Transporte (CNT) reveló una caída de 6,7 puntos porcentuales en la intención de voto de la presidenta, quien, por primera vez, se enfrenta a la posibilidad de una segunda vuelta electoral.

Si las elecciones fueran hoy, Rousseff recibiría un 37% de los votos, contra el 43,7% que registró en la encuesta de febrero. En el mismo período, el socialdemócrata Aécio Neves avanzó de 17% a 21,6%, mientras que el socialista Eduardo Campos pasó de 9,9% a 11,8% de la intención de voto. El sondeo sugiere, por primera vez, "la posibilidad de que ocurra una segunda vuelta" electoral, informó el director de la encuestadora MDA, Marcelo Souza. "La gran novedad de los datos es que mostraron por primera vez un arranque de la oposición, una migración de votos hacia la oposición, para Aécio Neves y  Eduardo Campos", agregó Bruno Batista, director ejecutivo de la CNT.

Para el influyente columnista del diario Folha de Sao Paulo, Clóvis Rossi, "hay un conjunto de razones" que motivarían el descenso de Rousseff. "Desde el alza de la inflación, hasta escándalos que involucran a un diputado del (oficialista) Partido de los Trabajadores (PT) y Petrobras, pasando por el ritmo anémico de crecimiento de la economía", explica Rossi a La Tercera.

Y a la pérdida de apoyo popular se suman indicios de debilidad en la amplia coalición de partidos políticos que apoyan al gobierno. Una muestra de ello fue el manifiesto presentado por 20 de los 32 diputados del Partido de la República (PR), en el que exhortan a Lula a ingresar en la disputa presidencial como candidato del PT en lugar de Rousseff, argumentando que el ex presidente está más preparado para impulsar el crecimiento económico. "No estamos contra Dilma y no vamos a salir del gobierno. Estamos apoyando  a la presidenta. Pensamos que hizo un gobierno excepcional y honró el legado de Lula. Pero estamos en una crisis, que no es culpa de ella, en una crisis mundial terrible que requiere una persona con la experiencia que el presidente (Lula) tiene", señala la carta abierta leída por el diputado Bernardo Santana.

En una entrevista a la Radio y Televisión Portuguesa, transmitida el fin de semana, Lula descartó la hipótesis de disputar la presidencia. "Dilma es una mujer extremadamente capaz. Ella va a ganar las elecciones", aseveró. Sin embargo, Rossi no descarta que Lula sea el candidato del PT. "Si Dilma sigue cayendo, es una posibilidad altamente factible. Diría que nunca fue tan factible como ahora", concluyó.