PDI concluye que Garay usó dinero de inversionistas en sus gastos y para pagarles a clientes

Un total de 141 páginas tiene el informe que elaboró la Brigada Investigadora de Delitos Económicos (Bridec) de la PDI, en el marco del caso por presunta estafa contra el ingeniero comercial Rafael Garay Pita. El documento revela todas las diligencias que realizaron los detectives: declaraciones de 26 víctimas en Santiago, Concepción y La Serena; entrevistas con administradores y bailarinas de clubes nocturnos; el empadronamiento de su entorno; el rastreo de fichas médicas en busca de antecedentes del supuesto cáncer cerebral, y el seguimiento del dinero que recibía de los clientes de su empresa de asesoría financiera Think & Co.

Este documento, que será clave en la formalización que el fiscal Centro Norte José Morales realizará mañana, señala que todos los fondos entregados por sus clientes fueron a parar a gastos personales del ingeniero y para pagar a esos mismos inversionistas las supuestas ganancias por colocar su dinero en la empresa.

"Se procedió a analizar las cartolas bancarias, entregadas por la fiscalía, que corresponden a la del Banco de Chile, perteneciente a la empresa 'Think & Co Asesorías Inversiones Limitada', de lo cual se desprende que el imputado utilizaba la cuenta corriente para recibir los montos de los inversionistas, mediante depósitos, transferencias y documentos bancarios, logrando determinar que la maniobra desplegada por el imputado era la utilización del mismo dinero para pagar la rentabilidad prometida a sus clientes. Asimismo, se pudo establecer que Garay Pita efectuaba habitualmente transferencias de dinero a su cuenta personal, por sumas que variaban entre los $ 3 millones y los $ 5 millones, entre otros montos", indica el documento. La rentabilidad prometida era del 18% anual de la inversión. A través de informes, Garay les indicaba a sus clientes sobre las presuntas inversiones en bolsas extranjeras y en empresas chilenas, las que no han sido acreditadas.

El informe policial, además, da cuenta de la forma en que el ingeniero, que hoy se encuentra con arresto domiciliario en Rumania, a la espera del proceso de extradición, lograba cercanía y confianza con sus clientes.

Un ejemplo de esto quedó de manifiesto en la declaración que realizó Paula Avendaño Burgos. La mujer indicó que "respecto a mi llegada a la empresa Think & Co, fue producto de un acercamiento a través de Facebook, porque Rafael me envió un mensaje de condolencias, debido a la muerte de mi papá, que fue el día 21 de abril de 2014. Días después recibí llamados y mensajes de Rafael, ya que se había enterado que producto del fallecimiento de mi padre recibiría una herencia, la que ascendió a la suma aproximada de $ 93 millones. Por ello le pregunté dónde podía invertir parte del dinero que me dio mi papá, donde Rafael Garay Pita me señaló que él tenía una empresa llamada Think & Co, la que se dedicaba a asesorar clientes de alto patrimonio". Así, añadió, comenzaron las reuniones para explorar la posibilidad de hacer una inversión. Tras una serie de insistencias por parte del ingeniero comercial -fueron tantas, que en un minuto llegó a desconfiar-, finalmente accedió y le pasó $ 71 millones.

Versión de Iván Núñez

El periodista Iván Núñez también declaró ante la Bridec. Ocurrió el 25 de octubre, a las 16.50. Ahí relató que su relación con Garay data de 2007, cuando lo entrevistó en una serie de ocasiones en la radio Futuro. "Siendo así que comenzamos a tener una relación de cercanía, lo que se produjo por el tema de las artes marciales, puesto que yo practicaba aikido y él me habló del kudo, rama de artes marciales que yo no conocía. Tiempo después comenzamos a practicar en su departamento".

En 2011, Garay le indicó que tenía un fondo de inversión privado y que tenía espacio para dos clientes más. De esta forma, le pasó $ 20 millones en Think & Co, "la cual supuestamente invertía en el exterior y él había tomado instrumentos financieros en el mercado internacional. Específicamente había comprado oro, entre otras cosas".

Transcurridos dos años, Garay le dio un vale vista por $ 24 millones, lo que le dio confianza al periodista. Por este motivo le confió en total $ 50 millones.

"Respecto de la enfermedad de Rafael Garay, debo decir que en el mes de julio, éste después de publicar su enfermedad por Facebook y otros medios de comunicación, me llamó a mi celular diciéndome que tenía cáncer al cerebro y le quedaban dos meses de vida. Me señaló, además, que se quitaría la vida, a lo cual le dije que no obrara de esta forma", declaró. Agregó que el 23 de agosto "lo visité y éste me solicitó que me fuera, porque se sentía muy mal y se quería matar (...). El estaba en compañía de una mujer, cuya identidad desconozco, pero que es la misma que aparece en los videos de seguridad del Canal La Red. Ambos estaban bebiendo. Rafael la golpeó un par de veces con el pie y en una cayó de la silla. Después me propinó golpes de puños, ya que discutimos, debido a que decía que se iba a matar. Lo controlé, se puso a llorar y me dijo que me iba a defraudar, ya que él no era la persona que yo creía. En ese momento atribuí sus dichos y comportamiento errático, producto del alcohol y de la morfina que decía haberse inyectado".

Examen clave

Los detectives también acudieron a los tres centros médicos en que Garay se trataba. Una de estas visitas, en la Clínica Alemana, arrojó un resultado clave. En noviembre de 2015 el ingeniero comercial se hizo un escáner en la cabeza, el que no arrojó nada irregular.

Su ficha, según el informe, señala que "hoy, estando con amigos, luego de múltiples cervezas y vodka, cae al suelo por tropiezo y se golpea la región occipital izquierda con compromiso de conciencia de 30 segundos, refieren los acompañantes. Luego se recupera de su basal y deciden consultar por presentar herida cortante del cuero cabelludo. (...) Por lo cual, se le practicó un TC (escáner), el que arrojó como resultado 'examen sin evidencia de complicación traumática cráneo-encefálica'. Siendo dado de alta, bajo reposo en su domicilio por 24 horas".