Película protagonizada por nieta de Elia Kazan gana quinta versión de Sanfic




La película que ayer ganó la Competencia Internacional del Sanfic 5 nació a partir de un clásico problema de rodaje: el realizador Bradley Rust Gray se encontraba entrampado en un filme que no hallaba su camino y, en medio de este retraso, escribió otra historia y se la envió a la joven actriz Zoe Kazan. "Siempre había querido trabajar con ella y tuve la suerte de que aceptara de inmediato. Así hicimos The exploding girl", contó ayer este cineasta de figura espigada, que parecía meditar cada una de sus palabras.

Perteneciente a una generación de directores estadounidenses que privilegian los pequeños gestos, las anécdotas simples y el bajo presupuesto, Gray cuenta acá la historia de una muchacha que se pasea por las calles neoyorquinas a la luz del verano y habla con su novio por celular.

El triunfo del filme puede ser entendido como el interés del Sanfic por dar a conocer una nueva tendencia, la de la generación "mumblecore". Son realizadores de veintitantos años, proclives a trabajar con actores desconocidos y a no hacer ruido. De ahí la acepción "mumblecore", traducible como "tendiente al murmullo", que es como en realidad sonaban las frases de Bradley Rust Gray.

The exploding girl tiene, en cualquier caso, un factor que la diferencia de sus pares: su protagonista es Zoe Kazan, nieta del gran director Elia Kazan. "Ella encarna un personaje difícil. No habla mucho en la película y carga con bastantes emociones y sentimientos. Todo está en los gestos", explica el director cuya cinta viene de ganar el premio a la Mejor Actriz en el Festival  Tribeca, encuentro donde recibió  muy buenas críticas. The New York Times la definió como "un sutil estudio de personajes y un tranquilo retrato de una ciudad, hallando momentos de reposo en la cacofonía urbana".

Por otro lado, el premio al Mejor Director en la Competencia Internacional da cuenta del interesante nivel del cine colombiano. En esta categoría, el galardón quedó en manos de Ciro Guerra, responsable de la película Los viajes del viento. Siguiendo cierto esquema a lo Don Quijote y Sancho, la historia cuenta las andanzas del acordeonista Ignacio, quien emprende un largo viaje en burro tras la muerte de su esposa. "Siempre me interesó rescatar esta figura mítica del norte de Colombia, que es una suerte de juglar errante. Otro objetivo era subrayar la relación entre hombre y naturaleza", explicó ayer el realizador.

EN CASA
En la Competencia Chilena, la película ganadora del primer premio fue Paseo, de Sergio Castro, una representante local de lo que podría ser la "generación de los murmullos". Protagonizada por Gabriela Aguilera, Paseo narra el viaje de una joven madre y su hijo hacia el norte de Chile, destino donde se reencontrará con su ex esposo.

A nivel de directores, en esta competencia ganaron Cristóbal Cohen y Marcelo Hermosilla, responsables del documental Nosotros, sobre la doble temática de los asilos de ancianos y la destrucción de los barrios tradicionales, donde solían vivir los actuales residentes de casas de reposo.

En la Competencia Latinoamericana, la Mejor Película fue la argentina Todos mienten, de Matías Piñeiro. El filme transandino muestra la convivencia de un grupo de adolescentes en una quinta durante un fin de semana. En este mismo apartado, el Mejor Director fue el uruguayo Federico Veiroj, por su cinta Acné, que trata de un adolescente algo acomplejado y con problemas para relacionarse con las chicas.

En la categoría Work in Progress, en tanto, triunfó Perro muerto, del chileno Camilo Becerra.

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