Persiste reducido número de modelos negras en pasarelas y publicidad
La elección de Barack Obama como el primer presidente negro de Estados Unidos entusiasmó a muchos que han luchado por la igualdad racial, aunque al parecer no ha existido un verdadero cambio en los medios, la moda o la publicidad.
De acuerdo a informaciones de la agencia de noticias AFP, en julio del año pasado, pocos meses antes de la elección presidencial de EEUU, la edición italiana de revista Vogue publicó una edición emblemática realizada sólo con modelos negras.
Así nació la frase "Black is the new black" ("ser negro es el modelo"), en referencia al negro como el color más clásico de la moda.
"Pero en las innumerables páginas de publicidad que contaba esa edición, todas las modelos eran blancas: nada había cambiado para los anunciantes, cuyo objetivo son clientes que para ellos siguen siendo blancos", explica Jamie Ambler, director creativo en una agencia de publicidad neoyorquina.
"Aunque los profesionales de la publicidad votaron en un 90% a favor de Obama y se consideren multiculturales, en el set de producción la mayoría de los negros son chóferes y no directores artísticos", añade Ambler. Y es que alrededor de de los 60 trabajadores de su agencia, solo 4 ó 5 son negros.
MODA
En tanto, durante el último New York Fashion Week, realizada en septiembre y que presentó las propuestas Primavera-Verano 2010 de connotados diseñadores internacionales, sólo un grupo de modistos africanos aportaron una nota "negra" a las colecciones estivales. Y lo que es más preocupante, la cantidad de modelos de color fue muy reducido, como acostumbra a ser.
Esta falta de modelos negras en las pasarelas y publicidad también ha sido denunciada por una de sus máximas representantes del mundo de la moda, la supermodelo Naomi Campbell.
"Lamentablemente, no veo suficientes mujeres negras o de cualquier otra raza en las grandes campañas publicitarias", comentó la llamada "diosa del Ebano". Además agregó que "las empresas no están poniendo las chicas de color en sus campañas, especialmente por el pánico de la recesión".
La modelo británica rompió esquemas cuando apareció en una portada de Vogue en 1988, siendo la primera mujer de color en posar para la publicación, pero hoy se ha declarado indignada a través de su sitio web.
"Es en momentos como estos que las empresas deben tener la mente abierta y llegar a los conceptos de inspiración. Me encanta el pelo rubio y ojos azules, pero el mundo también se compone de otros colores que son igual de emocionantes e inspiradores y deben incorporarse en las campañas", sentenció la top model el pasado jueves en su portal.
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