Petición de perdón de condenados genera división en Punta Peuco
Este viernes, un grupo de seis reos realizará un reconocimiento en el marco de una ceremonia ecuménica. Hay 20 invitados. Acto es resistido por algunos sentenciados por causas de derechos humanos, quienes consideran injusta su reclusión.
Tres noticias, aparecidas en los medios de comunicación en las últimas semanas, no dejaron indiferente a un grupo de reos del penal Punta Peuco, recinto en que están recluidos los condenados por casos de violaciones a los derechos humanos ocurridos durante el régimen militar.
Los hechos en cuestión fueron una entrevista al presidente de la Corte Suprema, Hugo Dolmestch, cuando dijo que "creo que los condenados por DD.HH. tienen derecho a la libertad"; la visita que realizó el ministro Mario Carroza para verificar el estado de salud de los internos, y los dichos del ministro de Justicia, Jaime Campos, cuando afirmó que los derechos humanos son "para todo el mundo".
Estas declaraciones, indicaron quienes han tenido contacto con los reos, motivaron a que seis internos reactivaran una idea que venían conversando desde el año pasado: hacer un reconocimiento de los actos por los cuales están condenados y pedirían perdón .
Con el correr de las horas, no obstante, ha ido creciendo la tensión dentro del recinto penitenciario. Esto, porque existe otro grupo de internos que estima que fueron condenados sólo por "presunción fundada" y que no reconocen los hechos por los cuales fueron sentenciados.
De hecho, el abogado de la Multigremial de Funcionarios de las FF.AA. en retiro, Raúl Meza, indicó que "existen otros internos que legítimamente no están dispuestos a pedir perdón, ya que consideran que han sido injustamente condenados". Añadió que "se deben moderar las expectativas de este acto ecuménico; el arrepentimiento es un acto individual, no colectivo".
Detalles de la liturgia
Bajo reserva, los internos que harán el acto de reconocimiento comenzaron a comunicarse con sacerdotes católicos y con pastores anglicanos y evangélicos, con el objetivo de realizar esta actividad en una ceremonia religiosa.
Así es como tras semanas de negociaciones y de una solicitud de permiso especial para Gendarmería, finalmente esta instancia se realizará el viernes, a las 11.00. Según explicaron quienes están invitados al evento, se tratará de una liturgia ecuménica.
Se tiene estipulado que los invitados -que son cerca de 20- lleguen hasta el penal a las 10.30. La ceremonia se realizará en el patio y el momento en que los condenados tomarán la palabra sería después de la homilía. Se aclaró que no será un acto masivo, sino que cada uno de los seis leería un documento a título personal.
Se espera que después de la liturgia se dé a conocer una declaración pública a los medios que esperen fuera del recinto. En esa oportunidad, además, hablarán con los periodistas quienes acudieron a la instancia, para que puedan relatar los pormenores de lo que observaron. Según trascendió, la liturgia ecuménica sería encabezada por el sacerdote jesuita Fernando Montes. Junto a él estarían el pastor anglicano Pablo Alvarez y dos representantes de la Iglesia Evangélica. Entre los 20 invitados se encontrarían, además, el sacerdote Cristián Precht y los abogados José Zalaquett y Héctor Salazar.
Si bien hasta la tarde de este martes no había confirmación de los seis internos que pedirían perdón, trascendió que entre éstos se encontraría Raúl Iturriaga Neumann, ex subdirector de la Dina, y el ex fiscal militar Fernando Torres, condenado por la muerte de Eugenio Berríos.
Montes indicó que "algunos dicen que es un show mediático. Yo no juzgo intenciones, no tengo derecho, quiero escuchar, oír y ahí voy a opinar. Me duele que la gente piense mal y me gustaría que tuvieran cuidado con las generalizaciones. Hay gente que dice que no se ha hecho justicia, que no se han asumido responsabilidades, pero hay personas que llevan más de 28 años presas, de manera que no se puede decir que no se ha hecho nada".
Hugo Dolmestch, en tanto, dijo que si lo invitan, "lo voy a estudiar, pero me parece que no es lo más correcto, porque no tengo ninguna injerencia, ni personal ni institucional, al respecto".
Añadió que "siempre el perdón es bueno, pero la persona que sería depositaria del perdón tendrá que ella libremente ponderarlo", y que este acto, "objetivamente, no tiene relevancia (judicial), pero desde el punto de vista afectivo lo ponderará la persona que recibe el perdón".
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