Petro Poroshenko quiere ganarse al este de Ucrania con un plan de paz

En su esperado discurso de asunción, el político de 48 años, prometió que el país permanecerá unido e hizo hincapié en la dirección hacia la Unión Europea que tomará la ex república soviética, pese a la oposición de Rusia.




No con guerra, sino con un plan de paz intentará ganarse al este de Ucrania el nuevo presidente del país, Petro Poroshenko, que juró hoy su cargo en una ceremonia festiva. 

En su esperado discurso de asunción, el político de 48 años, que llevaba una corbata azul y amarilla como la bandera, prometió que el país permanecerá unido e hizo hincapié en la dirección hacia la Unión Europea (UE) que tomará la ex república soviética, incluso pese a la oposición de Rusia.

Pero Poroshenko se mostró en general contenido al referirse al país vecino, criticado internacionalmente tras la anexión de la península ucraniana de Crimea.

Y aunque por el momento no detendrá la operación militar en el este de Ucrania, como exige Rusia, tampoco impondrá la ley marcial en las disputadas regiones prorrusas de Donetsk y Lugansk, como le recomienda su entorno en Kiev. "No quiero una guerra", explicó el millonario ucraniano, conocido en su país como el "rey del chocolate" por sus negocios en el sector, y evitando las amenazas a Moscú.

Tampoco habló de una posible protección de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) al país, pero sí abogó claramente por una dirección proeuropea: Poroshenko quiere que sus ciudadanos estén exentos de visado para viajar a territorio de la UE a comienzos del año próximo, desea firmar pronto un acuerdo de asociación pese a las críticas rusas y, sobre todo, quiere entrar en el bloque lo antes posible.

Son altas las expectativas de que el millonario logre posicionar a la ex república soviética hacia Occidente, como muestran las numerosas conversaciones que mantuvo con la canciller alemana, Angela Merkel, o el presidente estadounidense, Barak Obama, antes de asumir el cargo. Ahora, el hombre en el que Occidente ha puesto sus esperanzas ya ha jurado la Constitución ante la presencia de invitados de más de 50 países, desatando el optimismo en el soleado y caluroso día en Kiev.

Poroshenko fue ovacionado al desgranar esos objetivos en política exterior por los invitados, entre los que también había representantes de muchas religiones. La ex jefa de gobierno Julia Timoschenko, perdedora de las elecciones presidenciales, se sentó en el palco de los visitantes.

Pocas veces se vio tan unidos a los diputados, casi presentes en su totalidad y acostumbrados a fuertes debates que a veces llegaron a los golpes. Una imagen muy distinta a la de la toma de posesión en 2010 de Viktor Yanukovich, boicoteada por numerosos diputados.

Poroshenko gritó: "¡Gloria a Ucrania!", el "grito de batalla" de las protestas de la plaza de la Independencia (Maidan) en el centro de Kiev, donde arrancó la revolución proeuropea el pasado noviembre. "¡Gloria a los héroes!", respondieron a coro los diputados presentes en la sala.

Sin embargo en su discurso, el nuevo jefe de Estado no hizo referencia a la forma en que pretende solucionar los graves problemas económicos y políticos que sufre el país, al borde de la bancarrota.

En cualquier caso se trató de un momento muy emotivo para la ex república soviética, que tras la inestabilidad desde su independencia espera tiempos mejores.

Para implementar su plan de paz en el este de Ucrania, Poroshenko tendrá sin embargo que colaborar con el presidente ruso, Vladimir Putin, señala el politólogo Dmitri Trenin, del Carnegie Center en Moscú. Y no hay que olvidar que la disputa por el precio del gas que suministra Rusia a Ucrania y por las deudas millonarias de Kiev a Moscú sigue lastrando las relaciones bilaterales. 

Putin mantuvo un primer encuentro con Poroshenko el viernes en Francia al margen de las celebraciones por el 70 aniversario del dsembarco de Normandía, en el que Rusia volvió a exigir el fin de la operación militar con tanques y aviones de combate en el este de Ucrania para poner en marcha un diálogo entre la cúpula de Kiev y la población prorrusa del este.

Como ya hizo el día de su victoria electoral hace dos semanas, Poroshenko anunció, tras sus viajes a Occidente, una visita a las regiones en crisis y prometió más derechos para la minoría rusoparlante como punto clave de su plan de paz. Sin embargo, no precisó la fecha de su viaje.

El jefe de la administración territorial de Donetsk nombrado por el gobierno de Kiev, Serguei Tauta, cree que los planes de viaje a la zona no están claros. "Debo garantizar su seguridad, algo hasta ahora difícil", señaló. Y mientras, el gobierno paralelo instalado por las fuerzas prorrusas en Donetsk ya ha hecho saber que no espera a Poroshenko para dialogar.

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