Piñera evalúa incluir alusión a La Haya en agenda con Obama

"Oiga, esta playa la hizo Lavín". Sonriendo con ironía, el Presidente Sebastián Piñera bromeó ayer mientras miraba desde la azotea de un edificio en Toronto hacia la sugar beach, un lugar artificial de veraneo -con arena y quitasoles rosados-, ubicado en una de las costas de esa ciudad.

El Mandatario había participado minutos antes de una presentación sobre los Juegos Panamericanos que Canadá realizará en 2015, competencia que Santiago aspira a organizar en 2019.

Tras la actividad, Piñera se trasladó ayer en la noche a Washington, donde continuará con su gira por Norteamérica, cuya principal actividad es la reunión que sostendrá el martes, en la Casa Blanca, con su homólogo de EE.UU., Barack Obama.

En la cita -esperada con expectación en la delegación chilena-, Piñera tiene contemplado abordar una serie de temas, entre otros, la postulación de Chile para integrar el Consejo de Seguridad de la ONU -proceso en que el apoyo del gobierno norteamericano es considerado clave- y el interés en que nuestro país sea nominado para ingresar al programa de exención de visas para turismo y negocios (Visa Waiver Program).

Pero hay otro asunto que también podría estar sobre la mesa durante la conversación entre ambos jefes de Estado. Altas fuentes de gobierno afirmaron que es posible que Piñera aborde con Obama el juicio entre Chile y Perú, que se desarrolla en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

La importancia de tratar con el mandatario estadounidense este tema radica en que, según fuentes de Cancillería, ese país podría tener un rol en el proceso, dependiendo de cual sea el fallo de la corte, resolución que sería dada a conocer a mediados de junio y que tiene un carácter de inapelable.

Esto, porque si bien Lima demandó a Santiago para lograr un cambio en la delimitación marítima -contenida en los tratados de 1952 y 1954-, fuentes de Cancillería sostienen que se ha barajado la posibilidad de que el tribunal pueda traspasarle la decisión a EE.UU., para que ejerza como árbitro.

La eventualidad de que el gobierno estadounidense tenga que jugar un papel en el diferendo entre Chile y Perú, está dispuesta en el Tratado de Límites Terrestres de 1929, firmado entre ambos países.

En el artículo 12º se señala que en el caso en que los dos gobiernos "no estuvieran de acuerdo en la interpretación que den a cada una de las diferentes disposiciones de ese tratado, y en que, a pesar de su buena voluntad, no pudieren ponerse de acuerdo, decidirá el Presidente de los Estados Unidos de América la controversia".

Esa opción sería posible si es que el fallo del tribunal concediera, aunque sea parcialmente, la demanda sobre el límite marítimo interpuesta por Perú, trazando una línea equidistante desde el Hito 1 (línea de base chilena), y no desde el Punto 266 o Punto Concordia (línea de base peruana).

Lo anterior podría afectar la delimitación terrestre, dejando un triángulo de tierra sobre el que la corte podría declararse incompetente. En ese caso, al tratarse de una materia relativa exclusivamente al Tratado de 1929, EE.UU. podría tener que resolver.

En la Blair House
En la antesala de su encuentro con Obama, Piñera alojará hoy -tal como lo hizo anoche- en la embajada de Chile en Washington, junto al embajador Felipe Bulnes. El Presidente abordará con éste la demanda marítima presentada por Bolivia ante La Haya, y la reunión que el abogado -quien fue designado agente para ese juicio- deberá sostener el 12 de junio, en Holanda, junto al agente de La Paz, Eduardo Rodríguez Veltzé, y al presidente de la corte, Peter Tomka.

A la casa de la embajada también llegarán dos de los hijos del Mandatario, Cristóbal y Sebastián, con quienes realizará actividades privadas. Hoy, en tanto, Piñera visitará junto al ministro de Defensa, Rodrigo Hinzpeter, la base naval Naples, y mañana se trasladará a la Blair House, la casa de residencia de la Casa Blanca.

La invitación para que el Presidente permanezca en ese recinto las noches del domingo y del lunes es considerado un gesto especial a Piñera.