Piñera rechazó cinco veces indulto a ex jefe CNI y priorizó beneficios carcelarios
<p class="bullet">Odlanier Mena invocó entre 2009 y 2013 -en cinco oportunidades- la facultad presidencial, por razones humanitarias.</p> <p class="bullet">Mandatario rehusó las peticiones, apelando a la gravedad de los delitos y al Pacto de San José de Costa Rica, entre otras razones.</p>
En cinco oportunidades, desde que llegó a La Moneda, en marzo de 2010, el Presidente Sebastián Piñera rechazó peticiones de indulto solicitadas por el general (R) Odlanier Mena, quien se suicidó la semana pasada, poco antes del traslado a Punta Peuco de los ex uniformados recluidos en el penal Cordillera.
El ex jefe de la CNI cumplía condena por el homicidio calificado de tres dirigentes socialistas en 1973, en el marco de la denominada Caravana de la Muerte.
La primera solicitud de Mena para acceder al beneficio presidencial -que lo eximiría de cumplir íntegra la pena de seis años, a la que fue condenado- fue ingresada a mediados de 2009, durante el gobierno de la ex Presidenta Michelle Bachelet, y rechazada en marzo de 2010 -poco después del inicio de la actual administración-, por un decreto firmado por el entonces ministro de Justicia y hoy embajador de Chile ante Estados Unidos, Felipe Bulnes.
Bulnes volvería a cursar la negativa del gobierno en dos oportunidades más: el 15 de noviembre de ese año -tras una solicitud del general (R) ingresada dos meses antes- y el 5 de abril de 2011, luego de una nueva petición de Mena el 31 de enero de ese año, para acceder al indulto por razones humanitarias. Esto, considerando su avanzada edad (87 años al momento de su muerte).
RECHAZOS MULTIPLES
Si bien el indulto responde a una atribución exclusiva y privativa del Presidente, a tres de los ministros que han pasado por la cartera les correspondió cursar los decretos rehusando las solicitudes de Mena.
Así, el 8 de agosto de 2011, el sucesor de Bulnes, Teodoro Ribera, rechazó una nueva petición del general (R) (formulada casi un mes antes), mientras que a la hoy titular de Justicia, Patricia Pérez, le tocó desestimar, el 29 de julio de este año, la última invocación de Mena para acceder al indulto presidencial.
Los antecedentes para rehusar las cinco peticiones de Mena, detallan en el oficialismo, fueron tomadas considerando tres principios generales. Primero, en apego al derecho internacional por la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), que establece que los crímenes de lesa humanidad no son susceptibles de indulto.
En ese contexto, de acuerdo con las mismas fuentes, la decisión estuvo mediada también por la "gravedad" de los delitos cometidos y, en último término, de acuerdo con la posición que había fijado en 2010 el propio Presidente Piñera, en el marco de la discusión por el indulto Bicentenario.
En medio de ese debate para beneficiar a reos mayores de 80 años y enfermos terminales -entre otros-, Piñera estableció que si bien el beneficio no haría distinción entre "civiles y militares", aseguró que no incluiría a "los condenados por delitos especialmente graves, como los de lesa humanidad".
Pese a la constante negativa al indulto, fue durante la administración de Piñera que Mena accedió a dos beneficios intrapenitenciarios: la salida dominical -otorgada en febrero de 2011- y la salida de fin de semana, concedida en junio de ese mismo año, basándose, dicen en el oficialismo, en el criterio de "igualdad ante la ley".
El debate sobre el indulto a Mena había sido instalado en la víspera, por personeros de la directiva de RN, quienes reconocieron que respaldaron la solicitud de indulto del ex uniformado. Esto, en medio de la fuerte tensión que se instaló entre La Moneda y las cúpulas de la Alianza por el cierre del penal Cordillera.
Ayer, en una entrevista a El Mercurio, el Presidente buscó cerrar el foco de críticas de su sector asegurando que haber participado del régimen militar, "no amerita ningún reproche ni descalificación ni inhabilidad".
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