Pizzi también queda colgando
El DT evitó hablar de otros resultados para clasificar. Salah, en tanto, dice que su continuidad será evaluada al final de las Eliminatorias.
Irresoluto. Así podría resumirse el andar de Juan Antonio Pizzi a lo largo de la derrota con Bolivia en el Hernando Siles. Sin respuesta, pasmado y casi mudo. El técnico de la Roja no sabía qué hacer. Miraba para un lado, para el otro, y nada. Chile caía y no había forma de darle la vuelta al partido.
Intentó enmendar el rumbo con Jorge Valdivia y Esteban Paredes, quienes pasaron de no ser considerados por el entrenador para la Copa Confederaciones y en otros partidos de estas Eliminatorias, a ser las primeras opciones de cambio ante Paraguay y Bolivia. Señales que confunden.
Los altiplánicos, en el primer tiempo, llegaron siete veces con peligro al arco de Claudio Bravo. El análisis del DT de lo ocurrido en el período inicial, sin embargo, estuvo lejos de eso: "El partido salió como uno visualizaba previamente, con Bolivia tratando de presionar los primeros minutos, nosotros controlamos, si bien ellos tuvieron opciones, siempre fueron en general bien controladas, a partir de ahí empezamos a tener mayor posesión, mejor juego y terminamos con bastante solidez. Ganamos prácticamente todas las disputas en el centro del campo. Eso nos permitió ilusionarnos con que podíamos convertir".
Y siguió: "No creo que el trámite del partido haya sido muy favorable al rival, esa jugada desgraciada para nosotros fue favorable para ellos. A partir de ahí Bolivia se hace fuerte en esta situación, intentamos con modificaciones, pero no encontramos precisión en el último pase y así llegamos al resultado final".
En el segundo lapso, al ex estratega del Valencia se le vio frustrado. Y así también comenzaron a faltarle las ideas. Poco a poco comenzó a ensimismarse, sin dar demasiadas instrucciones. Y cuando quiso jugársela con el ingreso de Visogol, se arrepintió tras la apertura de la cuenta por parte del dueño de casa. Ahí lo mandó de vuelta a ponerse el peto, pero a los cuatro minutos nuevamente le ordenó pararse en el borde de la cancha con la papeleta para el ingreso. Es un resumen del andar de Macanudo ayer. Andar que, por lo de más, deja a la Roja muy complicada en la tabla. "El panorama es que quedan dos partidos, voy a pelear y mis jugadores pelearán con toda la fuerza que tenemos. Seguimos con la ilusión de poder clasificar, se nos han quitado opciones en esta pasada de fecha FIFA, pero haremos el mayor esfuerzo posible. Creemos que tenemos argumentos como para competir con los mejores e intentaremos obtener los resultados", fue el análisis sobre lo que viene.
En ese sentido, consultado en la conferencia por el hecho de comenzar a depender de otros resultados para llegar a Rusia 2018, aseveró: "No hago especulaciones, la realidad es que no puedo hablar de eso. El tiempo dirá, ahora no soy partidario de hacer especulaciones. En una situación donde era favorable para nosotros, teníamos dos partidos y seis puntos en disputa. Ahora nuestra mente tiene que estar en el próximo partido (Ecuador en casa) y tratar de sumar esos puntos para seguir en puestos de clasificación".
Antes de cerrar, el DT se refirió a los seis puntos que quedan en disputa, los que Chile está forzado a conquistar: "Todos los partidos jugamos obligados a ganar, porque nos gusta y nos conviene jugar así". Su continuidad al mando de la Roja será evaluada en octubre, luego de la doble fecha eliminatoria. "No es el tiempo de sacar conclusiones. Eso se verá al final de las clasificatorias", dijo Arturo Salah, presidente de la ANFP.
Así, Chile queda en la cornisa. Y Pizzi, también.
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