¿Por qué Mosa sigue y Carvallo se va?

Luego del viaje que coincidió con el terremoto albo, el presidente ayer no dio luces de una renuncia. En una decisión impulsada por el empresario, el ex símbolo de la UC fue despedido.




Siguen cayendo cabezas en Colo Colo. Porque el descalabro es total y el directorio  continúa en la búsqueda de responsables. Y los apunta con el dedo. La reestructuración, al parecer, será total. Esas son las señales que sigue dando Blanco y Negro, sobre todo luego del despido de Fernando Carvallo.

La decisión se hizo oficial ayer en el directorio, instancia en la que también se comentó el estilo de mando de Aníbal Mosa, otro que está bajo muchas críticas. El presidente albo, sin embargo, se mantiene el cargo por ahora: "El directorio me dijo algunas cosas y yo les he dicho otras. Teníamos que hacerlo y al final hemos puesto el club por delante de todo", expresó el empresario, quien días atrás trató de desleales a sus pares de ByN.

Así, sólo Carvallo se transformó en la primera víctima de los cambios que pretende la dirigencia. Y en la mira está el gerente general, Alejandro Paul: "Errores como la mala inscripción de jugadores no pueden volver a repetirse", le reprochó Mosa.

El ex técnico de Universidad Católica, quien primeramente llegó a encabezar la Comisión Fútbol de la institución de Macul, fue notificado en la tarde de que no continuará en su función. El trabajo no fue bien evaluado y la relación llegó hasta ayer. Todo promocionado por Mosa, quien sigue buscando un director deportivo, cargo en el que suena fuerte Iván Zamorano: "Fernando se desvinculó hoy día (ayer) de la institución. Esto no es una tormenta", expresó el mandamás albo.

Carvallo, quien tenía contrato indefinido, se desempeñó también como asesor deportivo. De hecho, en la gestión de Héctor Tapia como DT fue uno de los más influyentes. Fue una especie de padrino en el arranque de Tito como técnico de un primer equipo.

El idilio duró poco, porque  con cada semestre que pasaba, el ex jugador de Unión Española y Cádiz, entre otros, fue perdiendo peso y credibilidad  ante sus jefes. Sobre todo ante Mosa. La relación se comenzó a desgastar en medio del desarrollo del Clausura 2016. Eso hasta que llegó el quiebre a fines del semestre pasado. 

Porque ahí, en la última temporada, con el renunciado José Luis Sierra aún en la banca, tuvo responsabilidad en la elección de los refuerzos y la lectura de la cúpula dirigencial es que Carvallo falló en los casos de  los volantes Javier Reina y Martín Tonso y sólo acertó con el arribo del zaguero  Matías Zaldivia.

Otro de los factores que se le criticó fue su escasa visibilidad en momentos de conflicto entre Blanco y Negro y el plantel. Según miembros del directorio, Carvallo, por su experiencia, pudo haber hecho mucho más en términos de mediación.

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