Prensa peruana dice que supuesto espía fue delatado por su ex esposa

Tras la denuncia de su ex mujer, al suboficial Víctor Ariza Mendoza se le colocó "un señuelo" que habría permitido descubrirlo.




Fue en Arica, el 24 de julio de 2004, donde Víctor Ariza Mendoza habría acordado con un oficial chileno el envío a Santiago de información sobre las Fuerzas Armadas peruanas, según informó ayer el diario La República.

La información agrega que hasta la capital de la XV Región llegó el suboficial de la Fuerza Aérea peruana tras un viaje de 13 horas, por tierra, desde Lima, y citado por el sargento chileno Víctor Vergara Rojas y a quien había conocido durante su paso por la embajada peruana en Santiago en el año 2002.

Ariza acababa de separarse de María Flores (46) -con quien tenía dos hijos- y mantenía una nueva relación con la suboficial Dora Ruiz (31), con quien tuvo una niña.

La necesidad de mantener a ambas familias habría sido entonces el motivo que tuvo el uniformado peruano para buscar un ingreso  extra y Vergara, dice la información, le habría ofrecido US$ 3.100 mensuales por la información.

Otros medios agregan que fue su ex esposa quien alertó a la Fuerza Aérea Peruana (FAP) sobre el supuesto espionaje. Según el diario Correo, en junio de 2007 los compañeros de armas del suboficial supieron que la mujer lo había amenazado con un voucher que él había recibido por un pago desde Chile. Los medios coinciden en que fue esa información la que motivó el inicio de una investigación por parte de la FAP, aunque posteriormente la mujer se retractó.

"Lo que hubo es un rumor que la esposa de alguna manera estaría presionándolo. Cuando eso se intentó confirmar ella no proporcionó ninguna información", reveló sobre este punto el ministro de Defensa peruano, Rafael Rey, a revista Caretas.

"EL SEÑUELO"
Y aunque esta indagación por "vínculos ilegales" terminó sin resultados concluyentes, Ariza permaneció en la mira de la FAP y en marzo de 2009 se decidió colocarle un señuelo con información falsa.

Según Correo, se le entregó un estudio sobre adquisición de 20 aviones SU-30, la que habría sido copiada por Ariza en la computadora, lo que no está permitido a ningún agente de inteligencia.

En septiembre ya se habían acumulado los antecedentes que permitían detener a Ariza, lo que se concretó finalmente el 30 de octubre pasado en el restorán "Yo amo a Ferreñafe", en el barrio de Jesús María.

Según La República, el espionaje le habría reportado a Ariza cerca de US$ 120 mil y éste habría iniciado una tercera relación con Meidileydi Tarrillo Gutiérrez, a quien mantenía junto a los hijos de ésta.

Pese al quiebre con su primera esposa y a que se le atribuye a ésta la primera delación del suboficial, María Flores apareció la tarde del miércoles en el penal de Piedras Gordas para visitar a su ex marido.

La mujer le llevaba comida y  artículos de aseo. Según trascendió, la policía allanó la casa de la mujer en el barrio de Surco, en Lima, y ella está citada a declarar el 1 de diciembre sobre la situación de su ex esposo.

En todo caso, el abogado de Ariza, Walter Chinchay, dijo ayer a Radio ADN que su defendido no ha hecho "una confesión a secas" sobre las acusaciones que se le imputan en Lima, y  que el arrepentimiento que ha expresado es "en forma general" por cómo la situación está afectando a su familia.

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