Presidenta de Petrobras dice que seguirá en el cargo hasta que Rousseff lo determine
Graça Foster reveló que puso su cargo a disposición ante las presiones por su posible responsabilidad u omisión en los supuestos actos de corrupción en la petrolera estatal.
La presidenta de la petrolera brasileña Petrobras, Graça Foster, dijo hoy que permanecerá en el cargo mientras cuente con la confianza de la jefa de Estado, Dilma Rousseff, pese a las graves denuncias de corrupción que provocaron billonarias pérdidas en el valor de la compañía.
"Permaneceré como presidenta de Petrobras mientras cuente con la confianza de la Presidencia (de la República) y ella (Rousseff) considere que debo continuar", afirmó la titular de la estatal en una rueda de prensa en la sede de la compañía en Río de Janeiro.
La presidenta de la mayor empresa de Brasil admitió que puso su cargo a disposición ante las presiones para que renuncie por su posible responsabilidad u omisión en los supuestos actos de corrupción en la compañía, pero que Rousseff no se pronunció sobre su petición.
Petrobras es actualmente blanco de numerosas investigaciones por denuncias de corrupción que tienen prácticamente paralizada a la empresa, provocaron una pérdida de cerca del 40 % en el valor de mercado de la petrolera este año y salpican a varios dirigentes y a políticos aliados del Gobierno de Rousseff.
El escándalo también llevó a que se investigara a importantes empresas del país, que obtenían contratos a cambio de millonarios sobornos.
Según calcula la Policía, el dinero desviado de la petrolera en los últimos diez años puede llegar a la suma de 10.000 millones de reales (cerca de 3.850 millones de dólares).
El asunto ha llevado a la cárcel a dos ex directores de Petrobras y a una decena de directivos de empresas relacionadas con la trama, algunos de los cuales han revelado detalles de cómo operaba la mafia a fin de negociar una reducción de las penas que les esperan.
Foster dijo que, además de haber puesto su cargo a disposición, conversó con los otros dirigentes de la compañía sobre la posibilidad de una renuncia colectiva como forma de permitir que una nueva dirección consiga normalizar las actividades de la compañía.
"Lo más importante es Petrobras. Conversamos sí (con la jefe de Estado) una, dos o tres veces. El objetivo (de una posible renuncia colectiva) es no trabar la divulgación del balance de Petrobras", afirmó la presidenta de la petrolera.
Petrobras, como empresa con acciones negociadas en las bolsas de Sao Paulo, Nueva York, Madrid y Buenos Aires, tenía que haber divulgado el balance operativo y financiero del tercer trimestre antes del 31 de octubre pero no lo ha hecho hasta ahora ante la necesidad de calcular si los desvíos impactaron en sus cuentas.
"Consideramos prudente no divulgar el balance, ya que hay un conjunto de informaciones que aún no fueron ofrecidas. Tenemos la expectativa de que nuevos testimonios (en la investigación judicial contra la empresa) puedan ofrecer nuevas informaciones (del impacto del escándalo en las finanzas)", aseguró la ejecutiva.
Apuntó, además, que la prioridad de la compañía es rescatar la confianza de los inversores, que en los últimos días corrieron para deshacerse de los papeles de la petrolera y dejaron su precio en el menor valor en casi diez años, así como elevar la moral de los 85.000 empleados, que, admitió, fue afectada por las denuncias.
"Queremos que nuestra forma de administrar sea respetada. Los empleados nos cobran para volver a ser respetados", dijo.
Foster indicó que solo tuvo conocimiento de las denuncias de corrupción contra Petrobras este año y negó que hubiera sido alertada por una exgerente de la empresa en 2009, como indica un correo electrónico filtrado por la prensa.
En ese sentido, aseguró que el citado correo electrónico no era claro sobre las denuncias y que conversó sobre el asunto con el entonces director de Abastecimiento de Petrobras, Paulo Roberto Costa, quien atribuyó las acusaciones a un resentimiento de la denunciante.
Costa, principal protagonista del escándalo de corrupción, fue arrestado en marzo y llegó a un acuerdo con la Justicia para una reducción de su pena a cambio de identificar a todos los implicados en la trama y devolver los recursos desviados.
La ejecutiva dijo que el escándalo tanto la "entristece" como la "motiva" a trabajar para recuperar la imagen de la compañía.
La presidenta de Petrobras admitió que la empresa tendrá que revisar sus inversiones para los próximos años debido a las dificultades para captar nuevos recursos.
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