Presidente de Siria asegura que "no habrá reformas con sabotaje y caos"
Bashar al Assad pronunció su tercer discurso a la nación, desde que estallaran las protestas contra su régimen a mediados de marzo.
En su tercer discurso a la nación, desde que estallaran las revueltas contra su régimen a mediados de marzo, el Presidente de Siria, Bashar al Assad volvió a condenar a sus opositores.
Los opositores son extremistas que han conseguido armas modernas y aparatos de comunicación y que perpetraron una "masacre" contra las fuerzas de seguridad en la ciudad de Jisr al Shogur, cerca de la frontera con Turquía, aseguró el mandatario.
"No habrá reformas con sabotaje y caos", aunque matizó añadiendo que los manifestantes "matan en nombre de la religión".
También dijo que el Ejército consiguió detener otra "masacre" en la cercana localidad de Maarat al Numan. "¿Y qué ocurre con las escenas de destrucción y vandalismo?", preguntó en su discurso ante un grupo de simpatizantes en la Universidad de Damasco.
"El uso de armas fue la única opción que les dejaron", dijo culpando a la oposición del asesinato de civiles y miembros de las fuerzas de la seguridad a cambio de dinero.
"A algunos se les paga para filmar las protestas y a otros para tomar parte en ellas", dijo Al Assad, sin concretar quién se encuentra detrás de esas actividades. "Se está derramando sangre inocente", apuntó.
Según estimaciones de las organizaciones de derechos humanos murieron en Siria desde el inicio de las protestas más de 1.500 personas.
Además, consideró el levantamiento una "conspiración" por parte de "agendas extranjeras". "Existe una conspiración", señaló, alegando que Siria necesita cimentar su inmunidad contra los rumores dirigidos contra el país.
El mandatario llamó además a los ciudadanos de su país a no creer las versiones sobre él y su familia. "Esos rumores son todos falsos", dijo.
Entre las figuras simbólicas del régimen odiadas por la oposición se encuentran varios parientes de Al Assad, entre ellos su hermano Maher, que comanda a las fuerzas de seguridad del gobierno y que en últimas semanas reprimieron con violencia militar las protestas, que comenzaron a mediados de marzo.
Los días recientes murieron numerosos "mártires, ciudadanos y miembros de las fuerzas de seguridad", dijo Assad. Pese a ello, quiere mirar hacia adelante. Llamó tamibén a los más de 10.000 sirios que huyeron de la violencia a Turquía que regresen a su país y anunció una serie de medidas para cumplir "las legítimas exigencias de los ciudadanos".
REFORMAS
El gobernante consideró que Siria se encuentra en un momento decisivo y anunció nuevas reformas, entre ellas medidas contra los funcionarios corruptos. Al Assad prometió que se ratificarían las leyes prometidas y que se debatirá un cambio de la ley electoral y una nueva Constitución, en la que se podría cuestionar incluso el artículo número 8, que garantiza al partido Baaz un papel dominante, pero no habló de plazos temporales ni tampoco especificó la naturaleza de las reformas.
"Si se propone una nueva Constitución se necesitará celebrar un referéndum", dijo Al Assad. "Una nueva Constitución será el último paso", dijo señalando que en las últimas semanas se reunió con ciudadanos de todas las capas sociales e incluso con manifestantes. Ahora debe ponerse en marcha un "diálogo nacional". Una serie de comités elaborará propuestas y él, como presidente, debe guiar el país, sin que ello sustituya la participación del pueblo.
En referencia a las viejas promesas, ssad dijo que "levantar la ley de emergencia no significa dar a la gente el derecho de violar la ley". Mientras, los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) debaten hoy la posibilidad de aumentar las sanciones contra Damasco. Desde mayo está vigente la prohibición de viajar a territorio eurpeo a 23 personalidades sirias, entre ellas el presidente, y la congelación de sus activos. La UE está considerando ampliar la lista de afectados y prohibir también los negocios con determinadas empresas del país.
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