Presidente de Yemen pide fin de las protestas
Con tono desafiante, el gobernante Alí Abdalá Salé, quien está internado en Arabia Saudita tras un atentado, aseguró que los cambios "no llegarán bajo fuego".
El convaleciente presidente de Yemen, Alí Abdalá Salé, pidió el domingo poner fin a meses de protestas en las calles que buscan derrocarlo e instó a un diálogo durante el Ramadán, el mes sagrado para los musulmanes, a fin de terminar con la crisis.
Salé emitió la declaración, publicada por la agencia de noticias estatal, desde su cama de hospital en Arabia Saudita, donde ha estado recibiendo tratamiento por las graves quemaduras y otras heridas que sufrió en el ataque del 2 de junio contra el complejo presidencial.
Yemen se tambalea tras casi seis meses de protestas de activistas que piden que Salé ponga fin a sus 33 años en el poder.
La crisis ha provocado un conflicto armado entre las fuerzas de Salé y tribus fuertemente armadas que se han alzado en su contra, desestabilizando aún más al frágil y empobrecido país. Y se teme que la facción de Al Qaeda en Yemen se beneficie de la crisis y tenga una mayor libertad para elaborar ataques contra Occidente.
El Ramadán comienza este lunes y Salé apeló al espíritu del mes de la reconciliación y la piedad e instó a sus adversarios a abrazar una nueva ronda de diálogo.
"En esta ocasión religiosa, afirmamos nuestro llamado a todas las fuerzas políticas en el escenario para asumir el diálogo como la única salida y el mejor medio para resolver crisis, conflictos y diferencias", dijo. "No hay alternativa al diálogo, derivado de los principios nacionales y la Constitución".
Los organizadores de las protestas callejeras rechazaron las ofertas de diálogo previas. Los principales partidos políticos de oposición han participado sólo para ver cómo Salé, en varias ocasiones, se ha echado para atrás en el último minuto al momento de alcanzar un acuerdo.
Sin embargo, en el mensaje de Ramadán del domingo, Salé dijo que el acuerdo, mediado por los países árabes del Golfo, debería ser la base para las negociaciones. El documento establece que transfiera el poder en un plazo de un mes tras la firma de un acuerdo a cambio de inmunidad judicial.
Salé tenía un tono desafiante y dijo que el cambio no llegará bajo fuego.
"El cambio que todo el mundo busca no vendrá a través de la violencia, de propagar el odio y la envidia, la mentalidad de golpes de Estado y conspiraciones, de liquidar opositores o sembrar las semillas de la sedición", dijo.
"Vamos a seguir adelante... Yemen no va a salir de esta crisis en medio de tensión, de mantener el terreno de las protestas en las calles de la capital, que es incivilizado", afirmó.
Durante su larga ausencia, Salé ha logrado mantenerse en el poder gracias a su poderoso hijo Ahmed, quien comanda la Guardia Republicana.
Sin embargo, la seguridad en el sur del país se ha deteriorado rápidamente, pues rebeldes islamistas, algunos vinculados a Al Qaeda, han invadido ciudades enteras.
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