Pretensiones territoriales de Nicaragua elevan tensión con Colombia y Costa Rica

Bogotá tildó de "inadmisible" que Managua ofrezca concesiones petroleras en zona disputada. Además, Ortega "no descarta" acudir a La Haya para recuperar una provincia costarricense.




"Expansionista" y "mal vecino". Esos son algunos de los adjetivos que ha recibido el Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en las últimas semanas, a raíz de pretensiones territoriales que han elevado la tensión con Colombia y Costa Rica. Luego del reciente fallo de La Haya, que le otorgó los derechos económicos sobre una zona del mar Caribe de más de 75.000 km2 que antes controlaba el país sudamericano, ahora Managua va por más. En medio de las críticas de Bogotá y San José por su decisión de ofrecer concesiones de exploración petrolera en territorios marítimos que considera propios, Ortega también manifestó su intención de reclamar la provincia costarricense de Guanacaste. En noviembre, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) definió los límites en el Caribe entre Nicaragua y Colombia y dejó en manos de este último país siete cayos del archipiélago de San Andrés, cuyas islas mayores ya se habían concedido a Colombia en 2007. Bogotá, que ha sido reticente para reconocer el fallo, encargó a la firma británica Volterra Fietta buscar alternativas para apelar a esa sentencia, lo mismo que a otros bufetes de EE.UU., Reino Unido y Francia.

Ortega, por su parte, llamó a su par colombiano, Juan Manuel Santos, a fines de julio, para "buscar cómo armonizar la administración de ese fallo". Pero en paralelo, Nicaragua le solicitó a la Comisión de Límites de la ONU que le reconozca la extensión de su actual plataforma continental de 200 a 350 millas marinas. Asimismo, pedirá a La Haya que fije esa nueva frontera, tal y como lo dejó abierto en el fallo contra Colombia.

Las diferencias con Nicaragua se agudizaron el pasado 31 de julio, cuando Colombia envió una carta de protesta al conocer una oferta de bloques de exploración petrolera en lo que aún considera su territorio marítimo. Además, Ortega reconoció que se han otorgado concesiones petroleras a firmas extranjeras en "bloques" de zonas marítimas del Caribe, recuperadas -a su juicio- con el fallo de la CIJ.

En respuesta, la canciller de Colombia, María Angela Holguín, tildó de "inadmisible" la postura del gobierno nicaragüense y advirtió que "la pretensión de la plataforma continental de Nicaragua afecta no sólo a Colombia, sino también a nuestros vecinos en el Caribe". Al respecto, Santos precisó que su gobierno está "en contacto directo" con Panamá, Costa Rica, Jamaica y Honduras. "Es que Nicaragua no para ahí, Nicaragua quiere mucho más", señaló.

En medio de las discusiones con Colombia, Ortega afirmó que Managua "no descarta" acudir a la CIJ para reclamar el territorio de la provincia de Guanacaste, que fue anexada por Costa Rica en 1824.

"Costa Rica es una y seguirá siéndolo por los siglos de los siglos. Esta es una verdad que nadie podrá cambiar con amenazas, matonismos ni invasiones", afirmó el jueves la Presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, quien además dijo que Ortega pretende despojar a su país de, al menos, 35.000 km2 de mar territorial en el Pacífico y el Caribe. En julio, la Cancillería costarricense envió una nota de protesta a Nicaragua, por ofrecer concesiones petroleras en zonas que considera propias.

Las relaciones Costa Rica-Nicaragua han llegado a uno de sus puntos más bajos desde fines de 2010, cuando el Ejército nicaragüense entró a un pequeño territorio fronterizo, del lado del Caribe, llamado isla Calero, que Costa Rica reivindica como suyo. Managua rechaza la posición de San José y el caso es estudiado por la CIJ.

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