Protagonista de "Seinfeld" busca la paz en Israel
El actor de la serie estadounidense Jason Alexander está de visita en Jerusalén.
La estrella de la serie "Seinfeld" Jason Alexander dijo a una multitud en Jerusalén el miércoles que la búsqueda de una solución al conflicto israelí-palestino y el "programa sobre nada" que lo lanzó a la fama tienen algo en común: ninguno parecía destinado al éxito.
Pero al igual que la historia que protagoniza en televisión, logró recuperarse por medio de la comedia, dijo el actor, podría encontrarse una solución para los problemas del Medio Oriente si las personas escribieran y rieran entre ellos.
"Nos cancelaron, estábamos listos, éramos un recuerdo lejano y de algún modo volvimos y con el tiempo todo el mundo cayó y comenzó a prestar atención", recordó Alexander. "Más allá de eso, no emitimos sabiduría".
El actor de 49 años es uno de los creadores de "Imagine: 2018", un proyecto que le pidió a estudiantes de secundaria israelíes y palestinos que escribieran historias sobre cómo se vería el mundo en 10 años de haberse firmado un acuerdo de paz israelí-palestino en el 2008.
El grupo compiló 50 historias de cada una de las partes en un libro y ha convertido dos de ellas en cortometrajes.
El proyecto es patrocinado por One Voice, una organización sin fines de lucro que trabaja para forjar lazos entre moderados israelíes y palestinos.
Alexander lució tranquilo y jovial en una aparición con algunos de los jóvenes escritores y funcionarios de One Voice. Alabó a los estudiantes por tender un puente entre culturas con comedia, como en una escena de uno de los filmes en la que un soldado israelí y un niño palestino se apuntan con armas y expresiones asesinas para después reírse al tiempo que disparan agua de sus pistolas, que luego usan jugando como teléfonos celulares.
"Dios sabe que si pueden hacer a la gente reír, es la mejor manera de sanar heridas", dijo el actor.
Pero también advirtió que el humor es un lenguaje que no siempre puede traducirse.
"El humor judío es un humor de autodesprecio", dijo Alexander, quien es judío. "Nada hace reír más a un judío que los chistes sobre judaísmo. Es pura suposición, pero supongo que no sería lo mismo en el mundo árabe".
Alexander dijo que visitó Israel por primera vez en 1990 "con los brazos cruzados y talones hincados, pensando que no tendría una experiencia positiva". En cambio, reconoció, descubrió una conexión personal profunda con el país al que ha regresado muchas veces, a menudo trabajando para One Voice.
Se expresó decepcionado de que sus compatriotas estadounidenses a menudo conocen a israelíes y palestinos sólo a través de los estereotipos del conflicto.
"La gente aquí es pintada alrededor del mundo con una brocha muy ancha", dijo el actor. "Para la mayoría del mundo, para la mayoría de la gente que yo conozco, los israelíes son dos cosas: víctimas u ocupantes. Los palestinos son dos cosas: víctimas o terroristas ... Pero cuando uno se sienta a hablar con gente de ambos lados, la humanidad y similitud que todos comparten aflora".
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