Protagonistas de Resident Evil entregan las claves del fin de la exitosa franquicia
Hoy llega a Chile la sexta y última entrega de la popular y longeva saga de acción y zombies. El director Paul W.S. Anderson y el actor William Levy hablan con La Tercera del desenlace.
Paul W.S. Anderson entró por la puerta trasera a su propia obra maestra. A fines de los años 90, cuando las compañías Sony y Capcom comenzaron la adaptación para la pantalla grande del exitoso videojuego Resident evil, el escogido inicialmente para tomar el proyecto fue George Romero. La opción por el director tras La noche de los muertos vivientes (1968) parecía apropiada: fichar al maestro de los zombies en el cine para revivir el género en el nuevo siglo. Pero finalmente el guión del canadiense no convenció, y el filme pasó a manos de Paul W.S. Anderson, un entonces desconocido realizador que venía de dirigir Event horizon y Soldier, dos sonados fracasos de taquilla.
El tiempo terminó dándole la razón a los ejecutivos y a Anderson, quien con el estreno de Resident evil en 2002 inició la más exitosa y longeva franquicia cinematográfica basada en un videojuego. Una saga ajena a los premios y estatuillas pero que a la fecha ha recaudado más de $950 millones de dólares en el mundo, y que ahora alista su asalto final con el estreno de su sexta y última entrega, Resident Evil: el capítulo final, cinta que aterriza hoy en los cines chilenos (un día antes que en Norteamérica).
"Siempre supe cómo debía terminar esto, desde que escribí el guión de la primera película, así que se podría decir que he esperado 15 años para contar esta historia", dice a La Tercera el director británico, con la ansiedad propia de un debut pero también con la amargura de quien comienza a despedir a un ser querido. Y es que para el director la saga no sólo fue el proyecto que lo terminó convirtiendo en uno de los nombres más rentables de Hollywood -con cintas que, en promedio, han recaudado el triple de lo que han costado-, sino también donde conoció a su actual esposa, la actriz y protagonista de la franquicia, Milla Jovovich.
En la nueva cinta, la estrella de origen ucraniano vuelve por última vez a ponerse en la piel de Alice, la enigmática y aguerrida heroína que durante cinco películas se ha enfrentado a la siniestra Corporación Umbrella, responsable del apocalipsis zombie que tiene en jaque a la humanidad. "En esta película se revela finalmente quién es Alice, qué pasó cuando el virus se esparció inicialmente y cuál es el objetivo final de la corporación. Estas verdades, cuando se revelen, van a ser un shock para el público", asegura Anderson.
"Esta va a ser la película más grande de todas, la que los fanáticos estaban esperando", complementa William Levy, actor de origen cubano que en la cinta encarna a Christian, un nuevo personaje de la historia. "A pesar de que es la sexta película, Paul y Milla la hicieron con el entusiasmo de la primera", añade.
No sólo millones de dólares es lo que deja como legado Resident evil, responsable -junto a Exterminio, también estrenada en 2002- del renacer de los muertos vivientes en el cine y en la cultura pop. "Hay muchos zombies alrededor de nosotros ahora", dice riendo Anderson. "Cuando empezamos a hacer la primera cinta era un proyecto arriesgado, porque nadie había hecho algo así en veinte años".
Junto con esto, la franquicia demostró que adaptar videojuegos para el cine no sólo es factible, sino que rentable. Una relación que el propio Anderson ya había probado con éxito en Mortal Kombat (1995) y que ahora se ha vuelto habitual, aunque no siempre con resultados positivos. "Una de las razones de por qué a Resident evil le ha ido tan bien es porque soy un fanático de los videojuegos de la saga. Cuando adaptas un producto al cine, ya sea un juego, un libro o una obra de teatro, tienes que mostrar respeto por el material original. Yo puedo asegurarte que he tratado a Resident evil con el mismo respeto como si estuviera adaptando a Shakespeare", dice el director.
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