Rajoy recibe ola de críticas por postura contra el referendo

A juicio del presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, las fuerzas policiales que el domingo intentaron impedir el referéndum sobre la independencia de Cataluña, sólo cumplieron "con su obligación". Pero las imágenes de represión y violencia policial dieron vuelta el mundo. En ellas se vio cómo la policía utilizó proyectiles de goma, lumas, patadas y empujones contra los manifestantes que decidieron votar en una consulta que fue tildada de "inconstitucional" por la justicia española.

El choque de fuerzas dejó casi 900 heridos y tuvo un efecto nulo en las intenciones de detener las aspiraciones del gobierno catalán, cuyo presidente, Carles Puigdemont, apuesta por una declaración unilateral de independencia.

"Ver a la policía interviniendo de esa manera tan severa obviamente deja una sensación de tristeza y de enfado por lo mal que se ha gestionado esto por parte del gobierno con una respuesta puramente policial", explicó a La Tercera el analista político y académico de la Universidad Autónoma de Madrid, Ignacio Molina.

Y a pesar de que Rajoy desconoce la votación ("No ha habido referéndum", dijo el domingo) la crisis catalana ha afectado la estabilidad política de su gobierno, que ya lideraba al país con una minoría parlamentaria desde que las elecciones generales de diciembre de 2015 no arrojaran un apoyo claro a los principales conglomerados, el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (Psoe).

"En principio parece que sale dañado porque en Cataluña obviamente su imagen queda muy tocada. Nunca ha sido un político muy popular ahí, pero al menos se podría pensar que era muy conservador, muy prudente, que no había echado leña al fuego. En el resto de España es una figura muy impopular en la izquierda, recordemos todo lo que ocurrió con la investidura porque había ese rechazo total del partido socialista y de Podemos. Y entre los suyos, creo que hay bastante enfado porque tampoco ha conseguido ser eficaz en parar la rebeldía", aseguró Molina.

El gobernante llamó este lunes a la unidad nacional por parte de los partidos representados en el Parlamento frente a las acciones secesionistas de Cataluña. Para eso se reunió con el líder del Psoe, Pedro Sánchez y de Ciudadanos, Albert Rivera, con el objetivo de pedir su apoyo.

En el encuentro, Sánchez reclamó la apertura de una negociación "de forma inmediata" con Cataluña. Por su parte, Rivera reiteró la necesidad de aplicar el artículo 155 de la Constitución para asumir las competencias del presidente de Cataluña con el fin de convocar elecciones autonómicas.

El gobierno español también recibió presiones de la comunidad internacional. La ONU instó al Ejecutivo de Rajoy a que se ponga fin a la violencia y que se inicie una investigación.

En un comunicado, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos pidió investigaciones "completas, independientes e imparciales" sobre los "actos de violencia" del domingo. Por su parte la Unión Europa aseguró que "la violencia no puede ser un instrumento en política".