Raphael va al dentista y se queda sin su clásica rutina del espejo

Fue en riguroso hermetismo. Sólo acompañado por su staff más íntimo y con la clara intención de resguardarlo de uno de los mayores bochornos del Festival de Viña en los últimos años.

Ayer en la mañana, Raphael visitó a uno de los especialistas top en material dental de la V región para reponerse la funda que se le desprendió el pasado miércoles, en plena presentación en la Quinta Vergara y mientras interpretaba 50 años después.

El trámite fue rápido y al español se le recetó un pequeño tratamiento para fortificar su nueva pieza dental, ubicada en la mandíbula inferior. Además, se le recomendó reposo, por lo que descansó durante todo el día en su habitación en el Hotel del Mar. Sin visitas ni actividades, como una forma de prepararse para los shows que tiene hoy y mañana en el casino de la Ciudad Jardín y que siguen por el sur.

No fue el único percance que enfrentó en su regreso al certamen. Es que su espectáculo tenía pactado incluso más que la hora y 55 minutos que finalmente duró: "Er niño" había acordado con los organizadores un total de 30 temas, pero sólo interpretó 26.

Cuando su presentación cruzaba las 2 de la madrugada, los directivos del Festival le exigieron acortar el listado de canciones y excluir las cuatro últimas, para que el número posterior, Miranda!, no saliera al filo de la madrugada.

Sus representantes se resistieron, aunque finalmente aceptaron y asumieron que la jugada sepultaba un trozo esencial de su performance: el tema Frente al espejo, donde canta ante un vidrio a tamaño de su persona y le pega un zapatazo. Se trata de la imagen que ha marcado su relación con Viña y que regaló en 1987 y 2005. El mismo artista contó el martes a La Tercera que quería replicarlo: "Espero que el zapatazo de este año sea bueno".

De hecho, el espejo llegó a la Quinta y se ubicó a un costado del escenario, cubierto por un telón. "Ahí quedó, no alcanzó a aparecer", confirma Jorge Ramírez, productor encargado de su visita. Los otros temas que no incluyó fueron Que sabe nadie, Maravilloso corazón y Al ponerse el sol.