Rector de la PUC: "Vamos a pedir la objeción de conciencia por escrito, o como haya que hacerlo, a todos los médicos"
Esta semana, la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia de la Cámara aprobó el derecho de los médicos a negarse a practicar un aborto.
“A mí juicio, este es el debate más importante que enfrenta Chile en estos momentos”. Ignacio Sánchez, rector de la Pontificia Universidad Católica y pediatra, es tajante a la hora de hablar del proyecto de despenalización del aborto por tres causales, que el miércoles fue aprobado por la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia de la Cámara de Diputados, incluyendo la objeción de conciencia como un derecho de los médicos.
¿Cómo recibió esa determinación?
La comisión de constitución dijo: si un médico no lo va a hacer, se le pedirá a otro, y solamente -así dice el texto- en que no haya nadie y que no esté en peligro la vida de la madre se podrá trasladar y derivar a otro centro. Lo primero que quiero aclarar es que me parece que la objeción de conciencia no debiera ser solo para el médico, porque en un acto de este tipo también hay una enfermera, una arsenalera, una anestesista. Los actos médicos no se hacen de manera independiente, sino que es un trabajo de equipo. Al lado del médico está la enfermera, entonces, ¿dónde delimitamos? Siempre fui partidario de que se hablara del equipo de salud y de su derecho a opinar.
Usted advirtió que en ningún centro médico de la Red UC se practicaría un aborto, aludiendo a un compromiso institucional. ¿La aprobación de la objeción de conciencia favorece esa posición?
Cuando he hablado de que una institución tiene un ideario institucional, algunos se han aprovechado de palabras mías para decir que parece que hay algunas instituciones que tienen conciencia, o algunos han festinado un poco. Las instituciones tienen derecho a tener un ideario, un fin, una misión fundacional, y sobre eso atrae libremente a profesionales, a científicos, a profesores, a alumnos, etc. En el caso que hablamos, los médicos que trabajan en esta institución están convocados voluntariamente, se han congregado porque están convencidos de la misión institucional de la Universidad, que en el área de la salud es preocuparse de las personas, de curar, evitar dañar, y tener un respeto desde la concepción hasta la muerte natural. Entonces, en nuestra instituciónvoluntariamente están trabajando personas que creen en la vida, y que piensan que realizar un aborto es atentar contra la vida de un ser inocente. Lo que nosotros pensamos es que esta institución tiene derecho a tener un ideario y que en una eventual aprobación de leyes de este tipo, tiene que respetarse la misión profunda, la convicción y la identidad de ciertas instituciones, que pueden ser una o dos, o un puñado pequeño que permita darle pluralidad también al sistema nacional.
¿Ese compromiso que usted describe y que, en este caso, va en oposición con el aborto a no ser que esté en riesgo la vida de la madre, quedará refrendado formalmente?
Nosotros vamos a pedir el consentimiento escrito, la objeción de conciencia escrita, o como haya que hacerlo, a todos los médicos. Sí un medico puede haber cambiado y ahora tiene una decisión distinta, entonces vamos a decirle que tiene que actuar en conciencia. Esta institución tiene esta misión y si tú no te sientes cómodo aquí no es problema de la institución, más bien es problema de tu desarrollo personal y profesional. Por lo tanto, no me cabe duda que todos los que están trabajando acá van a adherir a ese ideario y a esa objeción de conciencia. De acuerdo al texto que está saliendo de la Comisión de Constitución, nuestra institución se va a ver en el caso que si no hay ningún médico que esté dispuesto, y que la paciente esté estable y sin riesgo, se va a trasladar. Eso es lo que se ha establecido y eso es lo que vamos a hacer. Entendemos que una madre que voluntariamente decide esto, tiene todo el derecho a ser trasladada en forma segura y estable a un centro asistencia, con los cuales tendremos comunicación, porque no podemos ir en contra de lo que el paciente está solicitando.
El proyecto habla de la despenalización del aborto, sin embargo, hay sectores que ven en este proceso un acercamiento a la legalización, ¿se incluye entre ellos?
Este proyecto de ley se llama despenalización, porque hace todos los esfuerzos para que quede más explícito y más claro que alguien que tome esta decisión no va a tener una condena, porque queremos quitarle la pena, la posibilidad remota de que vaya a la cárcel. Lo otro es que si estas tres causales se van expandir o abrir paso a un aborto libre en otras situaciones, yo creo que no hay indicios del gobierno que esto vaya a ser así, pero entiendo la aprensión de muchos sectores porque en los países en donde esto ha partido de esta manera, ese ha sido el camino.
La postura que rechaza el aborto es minoritaria en la sociedad, incluso internacionalmente son muy pocos los países que no consideran el aborto en alguna causal, ¿por qué Chile tendría que seguir contra la corriente?
Bueno, efectivamente las encuestas demuestran que un 60-65 % de la población estaría a favor de estas causales. Hay también desinformación. Por ejemplo, se dice que hay cinco países que no consideran el aborto, dentro de ellos, Malta, Chile... La verdad es que son 65 países que tienen la situación que hoy hay en nuestro país. Nos han hecho creer que solamente son cinco, y eso no es real. Segundo, creo que falta una información más amplia. Desde hace un año estamos difundiendo nuestra postura para que la gente entienda que el aborto significa que un niño entra vivo a pabellón y sale muerto. No es que sea un hecho inesperado, imposible de evitar, si no que se va actuar con ese niño para matarlo. Muchas veces las personas que opinan dicen sí, porque cómo vamos a poner una madre en riesgo, pero entendamos que hacemos todo lo posible para que ese riesgo no exista. Chile tiene la más baja tasa de mortalidad materna de todo Latinoamérica y una de las mejores del mundo. No es cierto que se estén muriendo cientos de madres como dicen por ahí.
¿Y qué piensa cuando se apunta a la violación y al derecho de la mujer de decidir sobre su cuerpo?
Discrepo de esa mirada y es que se nos olvida que lo que lleva adentro es una vida, no un órgano, que uno podría decir que yo soy dueño de mi cuerpo para hacer esto con alguno de mis órganos, etc. Todos somos distintos a nuestros padres, a nuestras madres, y todos dependemos de nuestras madres, no solamente hasta el momento del nacimiento: si nos dejan solo como recién nacidos no tenemos posibilidades de sobrevivir. Lo maravilloso de entender la vida humana es que es una vida en comunidad, entonces por supuesto tengo poder de definir, y tomar decisiones y tener la libertad, pero el problema es que aquí estoy tomándome la libertad sobre la libertad de otro ser humano, el cual tiene la misma dignidad que yo y el cual no es un órgano mío, es una criatura que llevo adentro como mujer.
Soy católico, pero expongo los elementos biológicos, de desarrollo. En el desarrollo de la vida humana hay un elemento que es clave: el encuentro entre dos células. Como se dice en astronomía, el Big Bang. Ahí ocurre un cambio tan gigantesco, porque se echan a andar una serie de procesos que nunca se hubiesen echado a andar si ese encuentro nunca se hubiese producido.
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