Recuperan cuerpo de dos soldados de los once que murieron en accidente de helicóptero en EE.UU.
En un comunicado la Guardia Nacional informó que cree que los cadáveres de las otras víctimas se encuentran aún en la nave.
La Guardia Nacional de Louisiana informó que ha recuperado los cuerpos de dos soldados que murieron al estrellarse un helicóptero militar que realizaba prácticas en la costa de Florida.
A través de un comunicado, la Guadia informó el jueves que cree que los cuerpos de otras dos víctimas aún se encuentran dentro del aparato.
Buzos hallaron el helicóptero Black Hawk que cayó en medio de una densa niebla durante una misión de entrenamiento en Florida con 11 marines y soldados a bordo, pero el mal tiempo del jueves impidió recuperar la grabadora de vuelo a ocho metros (25 pies) de profundidad.
La misión militar pasó oficialmente de búsqueda y rescate a recuperación de los restos después que los buzos inspeccionaron la aeronave destruida, dijo en la Base Aérea Eglin el coronel Monte Cannon, quien supervisaba las tareas.
"Sin duda fue una caída de alto impacto", dijo el jefe de bomberos de Eglin, Mark Giuliano. Añadió que una niebla sumamente densa sigue dificultando las tareas de recuperación.
La visibilidad en el lugar es casi cero, y las cuadrillas de recuperación deben desplazarse con cautela en medio de un fuerte oleaje para evitar chocar entre ellos o con los restos del helicóptero, añadió.
Uno de los marines muertos era Kerry Kemp, quien revistaba en el cuartel de Camp Lejeune, Carolina del Norte, dijo su cuñada Lora Waraksa de Port Washington, Wisconsin. Waraksa dijo que su hermana, Jenna Kemp, recibió la notificación oficial durante la noche de que habían hallado los restos de su esposo.
Waraska dijo que su cuñado era "un marine orgulloso, un esposo amante y un padre maravilloso". El matrimonio tiene un hijo de un año.
El mando militar ha proporcionado escasos detalles sobre el accidente, que sucedió en una niebla tan espesa que otro helicóptero regresó.
La misma niebla y oleaje rodeaban un muelle donde una multitud realizaba una vigilia con cantos, llanto y oraciones de gente que tiene fuertes vínculos con las fuerzas armadas y con la enorme Base Aérea Eglin.
"Mi corazón está realmente dolido sabiendo que esa gente estaba solo entrenando — sabiendo que habían dejado a sus familias y no se habían despedido, porque no se marchaban a la guerra", dijo una llorosa Dolly Edwards. La mujer, de 35 años y esposa de un marine, estaba entre los cientos de personas que asistieron a una vigilia nocturna al final de un muelle que se adentra en el golfo de México.
La misma niebla en la que se perdió el Black Hawk el martes por la noche, envolvía el muelle. Junto al romper de las olas, creó un ambiente sombrío para las canciones, lágrimas y oraciones de los allí congregados, incluyendo muchos con fuertes vínculos con el ejército en una zona de Florida donde está la base Eglin de la Fuerza Aérea.
"Necesitábamos estar aquí para presentar nuestros respetos", dijo Norman Caron, un militar retirado, sosteniendo una vela.
La vigilia cerró una larga y dura jornada para los rescatistas, que tuvieron que luchar contra espesos bancos de niebla para hallar los restos de los 11 soldados que se cree fallecieron en el accidente del helicóptero Black Hawk UH-60.
El ejército proporcionó pocos detalles sobre el accidente, que ocurrió alrededor de las 8:30 p.m. del martes. Los nombres de los soldados no han sido desvelados.
El miércoles se dijo que un segundo helicóptero había regresado a la base poco antes del accidente.
Funcionarios del ejército no dijeron qué había causado el accidente, pero las condiciones del clima eran lo suficientemente malas como para que la otra unidad volviese a tierra, dijo el general Glenn H. Curtis, de la Guardia Nacional de Louisiana.
En el helicóptero accidentado volaba una unidad experimentada de Hammond, en Louisiana, que sirvió varias misiones en Irak y ayudó en misiones humanitarias tras huracanes en el golfo de México y el vertido de petróleo de BP.
El entrenamiento del martes por la noche incluía "misiones de inserción y extracción", utilizando pequeños barcos y helicópteros para llevar y sacar a soldados de un punto concreto, dijo el capitán Barry Morris, portavoz del Comando de Operaciones Especiales de la Marina en Camp Lejeune, Carolina del Norte.
A lo largo de la jornada del miércoles, se detectaron restos del accidente flotando en la bahía.
"Vimos guantes, un uniforme con un apellido en él", dijo Alan Collinsworth, un recepcionista de hotel, añadiendo que cuando llegó al trabajo a las 6:30 a.m. había muchos restos florando en el tramo de playa del hotel. "Estábamos muy impactados
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