Recuperan los últimos dos cuerpos de accidente aéreo sobre río Hudson

<p>Un equipo de buzos en conjunto con miembros del cuerpo de ingenieros del Ejército de EEUU, lograron extraer el avión de las aguas, donde se encontraban los dos cadáveres restantes, de la tragedia ocurrida el sábado.</p>




Los últimos dos cuerpos que quedaban por recuperarse tras el accidente aéreo del pasado sábado sobre el río Hudson fueron recuperados hoy, después que el avión en el que viajaban y que chocó contra un helicóptero fuera extraído de las aguas que separan Nueva York y Nueva Jersey.

Un equipo de buzos de la Policía de Nueva York recuperó los cadáveres en colaboración con miembros del cuerpo de ingenieros del Ejército de Estados Unidos, que lograron extraer el pequeño avión del lecho del río, donde había quedado tras el accidente.

En el siniestro fallecieron cinco turistas italianos que realizaban un tour sobre Nueva York en helicóptero y las dos personas que volaban en el avión, además de los respectivos pilotos.

Hasta el momento, los encargados de las tareas de rescate habían logrado recuperar siete de los nueve cadáveres a lo largo del pasado fin de semana, mientras que los otros dos permanecían bajo el agua, aunque solo se había localizado uno de ellos.

Los restos del avión habían quedado a unos sesenta pies de profundidad (más de dieciocho metros) y fueron localizados el pasado lunes, aunque las malas condiciones del agua impidieron hasta hoy reflotar los restos de la nave, que no contaba con ninguna de las alas adheridas a su cuerpo.

Horas antes de la recuperación de los cuerpos, se encontraron nuevos restos del helicóptero siniestrado a unos 25 pies (más de siete metros) de profundidad.

Esas piezas, junto a lo que ha quedado del avión, ayudarán a esclarecer las causas del accidente.

"Buscamos pruebas de cualquier impacto, cualquier marca o daño en la estructura del aparato que pueda ser coherente con la colisión y que nos ayude a determinar cómo se produjo el impacto", explicó hoy la responsable de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos, Debbie Hersman.

Añadió que los investigadores esperan esclarecer si "todo funcionaba, si el motor contaba con energía en el momento del impacto".

Según testigos presenciales, el avión, procedente del cercano aeropuerto de Teterboro, en Nueva Jersey, y que volaba a menos de 1.100 pies de altura, se acercó por detrás al helicóptero, que acababa de despegar de un helipuerto de Manhattan, lo golpeó con un ala y ambos cayeron al agua.

Se trata del accidente más trágico de los vividos en Nueva York desde que un avión comercial se estrelló en noviembre de 2001 en el barrio de Queens, un siniestro que provocó la muerte de los 265 pasajeros que transportaba la nave.

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