Reino Unido marca hito histórico con la creación de Tribunal Supremo




El Reino Unido marcó hoy un hito histórico legal con la creación del Tribunal Supremo, la máxima instancia judicial británica que reemplaza a los jueces de la Cámara de los Lores y cuyos magistrados serán independientes del Parlamento.

Las competencias de esta nueva corte serán las mismas que tenían los jueces lores, pero este cambio supone una separación definitiva de los tres poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial y equipara al Reino Unido al resto de los países europeos.

El Supremo, no obstante, no dejará el barrio de Westminster, pues funcionará frente al Parlamento, en un edificio municipal cuyo costo de renovación alcanzó unos 64 millones de euros.

Creado en virtud de la Ley de Reforma Judicial de 2005, la corte estará presidida por Lord Phillips of Worth Matravers, que trabajará con otros once jueces, aunque la atención de los casos, dependiendo de su trascendencia, estará a cargo de cinco o nueve magistrados.

Ataviados con togas negras con bordes dorados, Lord Phillips y otros diez magistrados prestaron hoy juramento de sus cargos, mientras que el duodécimo será designado pronto.

El Supremo será la máxima instancia para casi todos los casos de apelación en el Reino Unido, con excepción de los criminales en Escocia, que conservará para esto su independencia.

TRANSPARENCIA
Lord Phillips señaló que este cambio es importante para defender la transparencia de la Justicia.

"Este es el último paso en la separación de poderes en este país. Lo hemos hecho de manera justa, suave y gradualmente, pero hemos llegado al momento en que los jueces están totalmente separados del legislativo y el ejecutivo", afirmó el juez.

Agregó que se trata de un cambio en favor de la transparencia y un paso "muy significativo" en materia constitucional.

Todas las audiencias del nuevo Tribunal Supremo estarán abiertas al público y se han instalado cámaras de televisión en la corte, lo que permitirá a los medios seguir algunos casos.

Los doce magistrados del Supremo no utilizarán sus títulos de lores y tampoco sus pelucas, pero podrán volver a la Cámara de los Lores una vez retirados como jueces.

Podrán opinar sobre puntos de una ley y atender algunos casos de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth).

CASOS
Entre los asuntos que los jueces lores asumieron responsabilidad figuran el de la detención en Londres de Augusto Pinochet, o un caso de 2004 que establecía que el gobierno no podía mantener detenidos sin cargos y de manera indefinida a terroristas sospechosos extranjeros.

Entre otros, los jueces lores dieron permiso a los médicos para que se suspendiese la medicación que mantenía con vida a Tony Bland, un aficionado de fútbol que quedó con daños cerebrales irreversibles en el desastre de Hillsborough, ocurrido en 1989 en el estadio de Sheffield (Inglaterra), en el que fallecieron 96 personas aplastadas contra las vallas del estadio a causa de una avalancha humana.

El último caso importante fue el de Debbie Purdy, que padece esclerosis múltiple, que consiguió que los lores apoyasen su llamamiento para clarificar la ley sobre suicidio asistido.

Cinco jueces lores respaldaron recientemente la petición de Purdy para que la Fiscalía de Estado clarificase cuándo se puede procesar a una persona que ayuda a otra a morir en el extranjero.

En el Supremo, los primeros asuntos que deberán atender los jueces son el de sospechosos terroristas cuyos activos han sido congelados y otro relacionado con una petición de un ex agente de los servicios secretos británicos MI5 que busca autorización para publicar sus memorias.

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