Republicanos advierten ilegalidad de cerrar Guantánamo sin el aval legislativo
La prisión, situada en una base naval norteamericana en la isla de Cuba, aun alberga a 149 detenidos, 79 de los cuales han sido declarados liberables, todos ellos apresados tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Los legisladores republicanos echaron por tierra el viernes la eventual intención del presidente Barack Obama de ignorar al Congreso para cerrar la prisión de Guantánamo, como había prometido cuando llegó a la Casa Blanca.
"Cualquier acción del presidente para cerrar Guantánamo pasando por encima del Congreso es formalmente ilegal", advirtió el representante Mark Meadows en Twitter.
A pesar de que los jerarcas de la administración Obama destacan que el presidente estadounidense sigue proponiendo una solución legislativa antes que ignorar al Congreso a través de un decreto, un alto funcionario indicó que Barack Obama seguía "decidido a cumplir su compromiso" de cerrar Guantánamo y que quería analizar todas las opciones, informó The Wall Street Journal.
El presidente Obama había prometido cerrar esta prisión controvertida cuando era nada más que candidato. No ha cesado de reiterar el compromiso pero el Congreso se niega a aprobar el traslado de los detenidos a territorio estadounidense.
Precisamente, horas más tarde la Casa Blanca dijo que tenía la intención, por ahora, de trabajar con los miembros del Congreso para encontrar maneras de cerrar la prisión de Guantánamo y cumplir la promesa de Obama.
"Nuestra posición en este punto, y nuestra política en este asunto es buscar el apoyo del Congreso para superar la oposición que, en nuestra opinión, es infundada", dijo Eric Schultz, portavoz de la Ejecutivo estadounidense. El funcionario reaccionó a un artículo en el Wall Street Journal que dijo que la Casa Blanca estaba trabajando en diferentes opciones de pasar por alto al Congreso al no actuar por decreto.
La prisión, situada en una base naval norteamericana en la isla de Cuba, aun alberga a 149 detenidos, 79 de los cuales han sido declarados liberables, todos ellos apresados tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner advirtió que Barack Obama cometería un "peligroso" error si decidía trasladar a esos detenidos a cárceles en Estados Unidos.
"Una aplastante mayoría de estadounidenses y de legisladores de los dos partidos (...) se opone a trasladar a Estados Unidos a los terroristas encarcelados en Guantánamo, y sin embargo la Casa Blanca sigue avanzando en sus proyectos", afirmó Boehner en un comunicado.
"En momentos en que los yihadistas islámicos decapitan estadounidenses, la Casa Blanca está tan decidida a trasladar a estos terroristas desde Guantánamo a Estados Unidos que analiza la manera de ignorar al Congreso y reescribir unilateralmente la ley", dijo, calificando la iniciativa de "otro ejemplo de la herencia de ilegalidad que nos dejará esta administración".
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