Roberto Gutiérrez: "Por más que hiciera goles, luego yo no estaba en el equipo"

Roberto Gutiérrez

El atacante de 34 años busca club tras no renovar contrato con los cruzados. Fue el goleador del equipo en el Clausura. El fichaje del uruguayo Santiago Silva le restó protagonismo en la precordillera, lo que terminó forzando su salida.




Es un día triste y feliz en la vida de Roberto Gutiérrez. Triste, porque dejó de ser jugador de Universidad Católica, club al que dice tenerle mucho cariño; y feliz, porque abrió un local de comida rápida en Providencia (US Universal Soccer) y la respuesta del público superó sus expectativas. "Hoy (ayer) nos lanzamos al mercado y se nos llenó", le cuenta a La Tercera.

¿Por qué se va de la UC?

No soy nuevo en el fútbol, llevo varios años y sé cómo se maneja esto. Si hasta el último día de la última fecha del torneo no se había acercado nadie a poder decirte que estaban las ganas o la posibilidad de negociar, es un indicio claro de que no estaban las ganas en el club. En base a eso yo también les hice saber que no quería continuar por lo mismo. No había para qué seguir estirando la cosa. Si no me toca seguir en Católica, me va a tocar en otro lado. Las ganas yo las tenía, siempre han estado. Qué más que querer seguir en la institución donde has tenido las mayores alegrías.

¿A quién le dijo que ya no tenía ganas de continuar?

Lo conversé con el Tati. Le dije que de parte mía estaba muy complicado seguir. Tampoco tuve una respuesta del Tati de decirme que lo pensara o que ellos querían que siguiera. A lo mejor no estaban las ganas de continuar de todas las partes. Quizás no querían de la parte dirigencial o del técnico, y yo claramente quería jugar así que iba a ser difícil.

¿Le duele la situación? ¿Se siente poco valorado?

No, porque uno en el fútbol ya sabe cómo son estas situaciones. Estoy muy agradecido de la parte dirigencial y de Mario Salas por haberme traído al club. Hoy ellos tenían la determinación de que no continuara y había que asumirlo, ser autocrítico en el sentido de que en algún momento debí haber jugado más y no lo hice. Me quedo con la tranquilidad y me voy con la frente en alto de que me entregué al máximo por Universidad Católica y sus hinchas. Me tocó jugar un minuto, dos minutos y siempre tuve la responsabilidad de entrar, de hacerlo bien, de revertir la situación. Hay ejemplos claros: contra Colo Colo, en el último segundo metí el gol del triunfo y entré en los descuentos; con Paranaense entré cuando estábamos 2-0 abajo en los últimos minutos y logramos el empate; cuando me tocó jugar de titular marqué goles. Eso te deja tranquilo.

¿Hizo méritos para que el club le ofreciera la renovación?

Sí, eso sí. Por lo menos debí haber recibido un llamado de la dirigencia que dijera "Roberto, queremos conversar contigo", independientemente de que se llegara o no a un acuerdo. Por lo que había jugado y por cómo me había entregado sentía que al menos deberían haber hecho un poco más, por lo menos haberme llamado para decirme "no están las condiciones". Ni eso sentí, no tuve ni un llamado ni una reunión con nadie.

¿Ni siquiera con el presidente de Cruzados, Juan Tagle?

No. Nadie me ha llamado hasta hoy de Católica. Fui a buscar mis cosas. Tenía un reunión el domingo cuando llegamos de Concepción, pero era con Mario, no con los dirigentes. Sin embargo, mi decisión estaba tomada en base a lo que habían demostrado el cuerpo técnico y los dirigentes. No asistí a la reunión y ahí Salas era el encargado de negociar alguna intención de ellos, pero no había esa intención, por algo no me llamaron tampoco.

¿Qué motivos deportivos explican su salida?

No tengo respuesta a eso. Quedé en el aire. No tengo respuesta de por qué ni siquiera se hizo un llamado para preguntarme sobre mi decisión. Pienso que por lo menos debí haber recibido un llamado.

¿Silva tenía que jugar por ser el refuerzo estrella?

Las decisiones las toma el entrenador y hay que respetarlas, pero claro que uno se cuestiona. Porque me tocaba jugar cinco minutos y hacía un gol, daba un pase gol o cambiaba el partido. Me tocó de titular en un clásico y anoté dos goles. Entonces, pensaba que el próximo partido podía jugar de titular, pero no se daba. Los números están ahí. Fui el goleador del equipo en el torneo y jugué cinco partidos de titular.

¿En qué partido creyó que iba seguro de titular?

Después de la U, claramente.

Contra Flamengo…

Sí, ahí pensé que me tocaba a mí.

¿Que sintió al verse suplente otra vez?

A uno lo golpea, porque tú piensas que puedes estar y no es así, pero había sido así todo el semestre.

¿Tomó ahí su decisión?

Es que ahí me di cuenta de que la opción de seguir después de junio ya no se iba a dar.

¿Si renovaba habría seguido siendo banca de Silva aunque hiciera más goles?

En el fútbol uno sabe cómo es la situación. Trajeron a Santiago y era lógico que jugara. Lo acepté. En un momento pensé que yo podía haber jugado. Obvio que pensé que si renovaba iba a seguir pasando lo mismo. Por eso mi decisión. Sentí que era nadar contra la corriente, porque por más bien que jugara o hiciera goles, cuando llegaba el momento de hacer el equipo yo no estaba.

¿No le extraña que un equipo deje ir a su goleador del torneo?

Claro, pero es una pregunta que no la puedo responder yo. La respuesta la tiene Universidad Católica.

¿Cómo se explica que otro delantero como David Llanos, quien casi no jugó este semestre, permanezca en el club y usted no? ¿No le hace ruido?

David estuvo lesionado todo el semestre, pasó con problemas físicos bastante importantes, pero es un gran jugador. Más allá de lo que pase con un compañero, prefiero centrarme en mi caso personal, en que por lo menos deberían haber conversado conmigo para tener mi impresión, porque ni con mi impresión se quedaron.

Si lo llamara la U, ¿evaluaría la opción?

Tengo que escuchar todas las ofertas que me puedan llegar. No tengo tachado a ningún club. Manejo varias propuestas, afortunadamente. Soy un jugador libre que puede negociar con cualquier institución. Tengo algo afuera, pero es más complejo irme porque quiero estar muy cerca de este local que acabo de abrir.

Ahora es descabellado, pero ¿volvería a la UC a terminar su carrera?

(Ríe) Es muy loco pensar en volver a terminar mi carrera en la UC, porque con lo que está pasando sería bastante complicado.

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