Rusia cumple con el trámite

Rusia cumplió con la responsabilidad de ganar frente a su público, a su presidente, en su inauguración. El obstáculo se transformó en un trámite: Nueva Zelanda no pudo hacerle frente a los locales y fueron derrotados por 2-0.

El puntapié inicial lo dieron los oceánicos, aunque no pudieron hacer mucho más. El partido fue un monólogo ruso de principio a fin. Ya a los 7' un cabezazo de Vasin chocaba en el palo, sin alcanzar a entrar. Dos minutos más tarde, los oceánicos volverían a sacar de la línea.

Era un fútbol desprolijo, equívoco, descuidado. Nueva Zelanda tomaba riesgos adelantando la última línea para apostar al fuera de juego. Rusia tenía la pelota, pero no lograba concretar. Pero a modo de retrato de lo que había sido el partido, la apertura de la cuenta terminó siendo un autogol de los Kiwis.

Fue una de las pocas emociones del compromiso, que aparte del himno no logró cautivar a los espectadores.

En el segundo tiempo el cotejo cayó mucho más en calidad. Los neozelandeses casi no dispararon a puerta, limitándose a esperar los embates euroasiáticos. Ya a 2o minutos del final llegaría el segundo gol para los locales. Una buena jugada de Svorov que rompe la defensa, entrega a la derecha y se le devuelve en el centro del área, definiendo a placer.

El trámite estaba cerrado. Rusia continuó buscando el tercero, pero no lo logró. Nueva Zelanda, ni siquiera con esta desventaja, mostró las ganas de descontar. Un importante, aunque insípido triunfo para los organizadores.