Rusia planea prohibir la venta de alcohol los fines de semana para bajar su alto consumo
Forma parte de las estrategias saludables que impulsa el gobierno, como la lucha contra el tabaquismo. La propuesta ya levantó polémica y recordó la etapa conocida como la "ley seca de Gorbachov".
Rusia estudia prohibir la venta del alcohol los fines de semana para reducir el alcoholismo en un país en el que el 30% de la población masculina fallece por causas derivadas de esta adicción.
Por ahora se trata sólo de una de las propuestas de la llamada "Estrategia de Vida Saludable" que también prevé nuevas iniciativas para luchar contra el tabaquismo, promover la práctica de los deportes y la dieta sana.
La noticia no ha tardado en levantar polémica en un país que en el pasado ya intentó limitar el horario de venta del alcohol: entre 1985 y 1987, durante la etapa conocida como la "ley seca de Gorbachov", las pocas tiendas autorizadas solo podían vender bebidas alcohólicas entre las 14 y las 19 horas. En aquel entonces, floreció la fabricación de alcohol casero de muy mala calidad que causó no pocas intoxicaciones, algunas mortales, aunque en general, el consumo del alcohol se redujo considerablemente, y también lo hizo en consecuencia la mortalidad.
"La idea de prohibir la venta de alcohol los fines de semana no tiene ningún sentido ni surtirá efecto positivo alguno. Lo que sí hará es impulsar la fabricación del alcohol ilegal", dijo Vadim Drobiz, director del Centro de Investigaciones de los Mercados del Alcohol. La mayoría de los consumidores, advirtió, "comprarán entre semana las reservas para el fin de semana, y comprarán incluso más de lo habitual" para no quedarse cortos.
Otras medidas menos radicales que baraja el Ministerio de Salud ruso dentro de su estrategia para los próximos ocho años prevén la restricción de horarios y comercios en los que se permite la venta del alcohol.
En Rusia, las regiones regulan los horarios de la venta del alcohol más allá de la norma federal, que prohíbe su venta de manera general entre las 23 y las 8 horas.
Un estudio internacional publicado por la prestigiosa revista médica británica The Lancet advirtió de que una cuarta parte de la población masculina de Rusia muere antes de cumplir los 55 años, un dato que los científicos han achacado en gran medida al excesivo consumo del alcohol.
Otro dato, ofrecido recientemente por las autoridades rusas, indican que el 30 % de los hombres y el 15 % de las mujeres rusas mueren por causas derivadas del consumo de bebidas espirituosas.
El alcoholismo le cuesta la vida a medio millón de rusos todos los años, aunque la alarmante estadística ha mejorado y mucho en los últimos tiempos, sobre todo debido a los cambios en los hábitos de consumo y a la preferencia de los más jóvenes por un estilo de vida saludable.
Si hace diez años en ese país se bebían unos 18 litros de alcohol puro por habitante al año, ahora esta cifra está ligeramente por encima de los 10 litros.
A lo largo de esta última década, la preferencia de los rusos por el vodka ha caído casi a la mitad, al tiempo que han aumentado las ventas de las bebidas alcohólicas de menor graduación, como el vino y la cerveza. El gobierno ruso, de hecho, ha apostado por desincentivar el consumo del vodka y promocionar, en cambio, el vino, considerado mucho menos perjudicial para la salud que la mal llamada "bebida nacional rusa".
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