Rusia y sus 150 millones de consumidores se incorporarán a la OMC en 2012
Tras la adopción hoy en Ginebra de los documentos de adhesión del país a este organismo, aún queda pendiente la aprobación definitiva en la cumbre ministerial que la Organización Mundial de Comercio y de la ratificación del Parlamento ruso.
Rusia y sus casi 150 millones de consumidores se incorporarán a la Organización Mundial del Comercio (OMC) a comienzos de 2012, tras la adopción hoy en Ginebra de los documentos de adhesión del gigante euro-asiático a este organismo.
El proceso de incorporación de Rusia, aún pendiente de la aprobación definitiva en la cumbre ministerial que la OMC celebrará a mediados de diciembre y de la ratificación del Parlamento ruso, ha durado 18 años, un récord en la historia de esta organización.
Por esta razón, no se ahorró en la utilización del término "histórico" para definir lo ocurrido hoy en Ginebra una vez que el Grupo de Trabajo de la OMC sobre Rusia (formado por 62 países) y los delegados rusos dieron por concluida oficialmente la negociación.
"Es un resultado histórico", declaró el presidente del Grupo de Trabajo, el islandés Stefan Johannesson, quien destacó que la adhesión de la última gran economía que no estaba representada en Ginebra "nos acerca realmente a ser la organización mundial del comercio".
Con la presencia de Rusia, más del 95% del comercio mundial estará bajo el paraguas de la OMC, cuyo director general, Pascal Lamy, expresó su satisfacción de que Rusia se haya hecho merecedora por fin de la "etiqueta de calidad" que suponer ser Estado miembro.
La incorporación de Rusia, dijo Lamy, es buena para Rusia "porque ayudará a atraer inversiones" y es buena para los 153 Estados de la OMC porque "crea oportunidades y da transparencia, estabilidad y previsibilidad, que es de lo que se trata en el comercio".
Lamy agradeció el "importante esfuerzo en reducción arancelaria" hecho por Rusia en todos los sectores para llegar a un acuerdo y confirmó que la adhesión podrá ser adoptada formalmente en la cumbre ministerial, lo que supone también un balón de oxígeno para la OMC, que llega a esta cita con pocos avances en otros terrenos.
Tras la adopción en la reunión ministerial, el denominado "paquete de adhesión", que consta de unas 700 páginas, será enviado a la Duma (Cámara baja del Parlamento ruso), que tendrá de plazo para su ratificación hasta el 15 de junio de 2012.
La Duma será renovada el 4 de diciembre y todas las encuestas auguran una nueva amplia mayoría de Rusia Unida, el partido gubernamental, por lo que la ratificación parece garantizada, según señaló el jefe del equipo negociador ruso, Dmitri Medvedkov.
El veterano negociador ruso compareció ante los medios de prensa junto a Lamy y Johannesson y señaló que "el paquete (de adhesión) debería ser ratificado por la Duma a principios de año". Treinta días después de la notificación a la OMC de la ratificación parlamentaria, Rusia será miembro de pleno derecho.
Preguntado por el daño que la apertura de los mercados rusos puede causar a los productores nacionales, Medvedkov calificó el acuerdo como "bueno y justo" para su país, y aseguró que en ningún caso han percibido rechazo por parte de los empresarios rusos.
Rusia profundizará en la apertura de sus mercados y acelerará su integración en la economía mundial estableciendo un arancel medio máximo a la importación de bienes del 7,8%, frente al 10% actual. Para los productos agrícolas, ese techo será del 10,8 %, frente al 13,2% actual, y para los bienes manufacturados será del 7,3%, frente al 9,5% que se impone en estos momentos a las importaciones. Los rusos también han accedido a rebajar sus tarifas de importación.
En el sector industrial, el principal compromiso es que Rusia eliminará todos sus programas de subsidio o los modificará, y en el sector agrícola el compromiso es que los subsidios no superarán los US$9.000 millones en 2012 y se reducirán de manera gradual hasta los US$4.800 millones del 2018.
Especialmente importante es el acuerdo para que los productores y distribuidores de gas natural (Rusia es el primer productor del mundo) operen "sobre la base de consideraciones comerciales normales", lo que supone que será el mercado y no el Estado el que fije el precio del combustible que calienta a media Europa.
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