Salzburgo a la antigua

<img style="padding-bottom: 0px; margin: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px" alt="" width="81" height="13" src="https://static-latercera-qa.s3.amazonaws.com/wp-content/uploads/sites/7/200910/550385.jpg" /> En las estrechas calles de esta ciudad existen negocitos centenarios que conservan en sus productos la tradición austríaca y la calidad que les imprimieron sus fundadores.




Salzburgo tiene méritos para atraer cada año a más de seis millones de visitantes. Es una de las ciudades mejor conservadas de los países de habla germana; su casco histórico es Patrimonio de la Humanidad; aquí nacieron Wolfgang Amadeus Mozart y Herbert von Karajan, y se celebra el Festival de Salzburgo que llena de música sus plazas y teatros.

Pero además tiene rincones muy discretos que esconden el alma profunda de la ciudad. Son los pequeños negocios que se desgranan por sus callecitas angostas y que guardan con celo tradiciones familiares en productos de la más alta calidad. Un recorrido por sus vitrinas deja al descubierto verdaderas glorias austríacas.

PARAGUAS PARA TODA LA VIDA, GETREIDEGASSE 22
Un paraguas que puede heredarle a sus hijos. "Es más fácil que nuestros clientes pierdan el paraguas a que se les rompa", asegura Andreas Kirchtag, dueño de Kirchtag GmbH, negocio que abrió en 1903.

El bisabuelo de Andreas itineraba de pueblo en pueblo arreglando paraguas y sombrillas, hasta que decidió establecerse en Salzburgo para repararlos y también para fabricarlos con la más alta calidad, cosa que la familia sigue haciendo más de un siglo después. Se puede elegir entre 20 tipos de maderas para el mango -de una sola pieza- y otra veintena de telas traídas de Milán, para dar vida a los modelos para señores y señoras. Un gusto que fluctúa entre 180 y 500 euros. El negocio ofrece también maletas, bolsos y paraguas más corrientes, y fabrica sombrillas grandes para jardines y terrazas. www.kirchtag.com

LICORES CON SABOR FAMILIAR, GETREIDEGASSE 39
El primer piso de una casa de 1407 alberga un tesoro de licores y destilados que la familia Sporer prepara desde hace cuatro generaciones, cuando se abrió en 1903. Producen 24 tipos de brebajes: de guindas, moras, vino tinto, cacao con nuez, moca, canela, damasco y otros más rebuscados, como el de Zirben -un piñón local- y de Enzian, una flor de los Alpes, de la que se utiliza la raíz. ¿Los predilectos de los parroquianos? El Orangenpunsch, un gloriado de naranjas, y la mezcla de la casa (Hausmischung), licor amargo de hierbas, capaz de levantar a un muerto. Puede beber en una pequeña barra o llevarse una botellita (desde 5,20 euros) previa degustación. www.sporer.at

LOS PANTALONES DEL EMPERADOR, RESIDENZPLATZ 3
No existe ícono más potente en el vestuario austríaco que el pantalón corto de cuero bordado. Y el más antiguo de los fabricantes es Jahn-Markl, heredero de una tradición de 600 años. Hasta el mismísimo emperador Francisco José, marido de la mítica Sissi, se hizo aquí uno -que se expone en el Museo Kaiservilla, en Bad Ischl- y declaró el negocio como K.u.K. (Königliche und Kaiserliche, Real e Imperial), es decir, como proveedor oficial de los Habsburgo.

Tres meses demora una pieza de cuero de ciervo o de cabra en estar lista para la confección, tras un tratamiento con aceite de pescado, cepillado a mano y tintes 100% naturales. El cuero se pega con una mezcla de harina (de la también tradicional panadería St. Peter) y los botones se cosen con un hilo encerado para que se mantengan firmes. "Estas son prendas que pueden heredarse", afirma Gabriele Jenner, cabeza del negocio familiar.

Un pantalón hecho a medida cuesta desde 398 euros y una chaqueta desde 890 euros, valores que van aumentando dependiendo de la complejidad del bordado. También confeccionan faldas, guantes, sombreros, cinturones, suspensores y bolsos, entre otros. Clientes conspicuos como el Rey Juan Carlos de España, Marlene Dietrich, Bianca Jagger, Carolina de Mónaco y hasta el propio Louis Vuitton los han pagado con gusto. www.wildlederbekleidung.at

BOTONES DESDE 1758, RATHAUSPLATZ 1
"Todo el mundo pierde un botón alguna vez en la vida… y de seguro lo va a encontrar aquí". Esa es la razón con la que Veronika Mayer, dueña de la botonería Knopferlmayer, explica la supervivencia de este negocio. Josef Mayer, su tataratátarabuelo, trabajaba hilando pasamanería en seda en Munich cuando decidió venirse a Salzburgo, en 1758. Tuvo que conseguir un permiso al príncipe y, desde entonces, el negocio permanece en la familia, en manos de la novena generación. Más de tres mil tipos de botones, encajes, blondas, agujas, hilos y otros productos de costura se ofrecen en este local que, después de 251 años, conserva sus muebles de madera y el encanto y calidez de la atención.

Otros lugares...

...del pasado para un pequeño gusto

Café Tomaselli
El más antiguo "café vienés" de Austria y uno de los lugares de los que Wolfgang Amadeus Mozart era asiduo visitante. Ofrece distintas especialidades en café. Alter Markt 9 www.tomaselli.at

Café Fürsten
Creadores de la receta original de la Mozartkugel, bombón que se intenta replicar en muchos lugares de Austria y que recorre el mundo entero. Brodgasse 13 www.original-mozart-kugel.com

Augustiner Bräu Kloster Mülln
Una cervecería fundada por los monjes agustinos en su propio convento hace más de 400 años y que continúa la forma artesanal de producción. Imperdible. Lindhofstrasse 7 www.augustinerbier.at

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