Santos asegura que los 10 uniformados liberados por las Farc fueron tratados de manera "inhumana"

El Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, declaró hoy que las Farc trataron de manera "inhumana" a los diez efectivos que fueron liberados y que se recuperan de diferentes enfermedades tras permanecer más de una década en poder de la guerrilla.

Santos visitó en dos clínicas a los seis policías y cuatro militares, quienes fueron entregados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia al Comité Internacional de la Cruz Roja y a la ex senadora Piedad Córdoba.

"Me contaban anécdotas del tratamiento que algunos les daban, tratamiento muchas veces inhumano. La cantidad de enfermedades que tuvieron que padecer. Cuando uno piensa lo que debe ser para cualquier persona 14 años encadenado, secuestrado, eso tiene un gran impacto, muy profundo, en el alma o el corazón de cualquier persona. Pero, por otro lado, viéndolos otra vez libres, también ese es un motivo muy importante de regocijo", dijo.

Santos visitó a los uniformados en compañía del ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón. El jefe de Estado recibió de parte del sargento de la Policía Libardo Forero un lápiz que hizo de madera y que esculpió en la selva mientras estuvo secuestrado.

"Era muy importante que se sintieran acompañados, respaldados por el pueblo, por las instituciones, por su Policía, por el Ejército. Y se tomó el trabajo, me explicaba, le sacaba las hebras a cualquier telita que se encontraba y comenzaba a tejer este esfero, porque es un esfero", declaró.

"Y me lo regaló, con el nombre de su señora y de su hija. Algo que realmente lo voy a guardar por el resto de mi vida, como testimonio de que ojalá sean los últimos secuestrados de las Farc y que esta organización cumpla con su palabra de no volver a secuestrar nunca jamás", añadio el Presidente.

RELATOS
A su turno, los sargentos Jorge Trujillo Solarte y Forero, de la Policía, revelaron que sus captores iban a asesinarlos, tras lograr su recaptura después de un mes de haberse fugado.

En conferencia de prensa de ayer en Bogotá, Trujillo confirmó las versiones que en años anteriores surgieron sobre una fuga que llevó a cabo en compañía de Forero y la cual se extendió por un mes, en el que deambularon por la selva.

"El día que me fugué con Forero, renunciamos a la vida. Había que vivir o morir, no había otra opción", declaró Trujillo ante decenas de periodistas en un salón de las oficinas de la Dirección Nacional de la Policía, localizada al oeste de la capital colombiana. Durante su periplo por la zona, del sureño departamento del Guaviare, y mientras buscaban el camino de regreso a la civilización, sobrevivieron gracias a la pesca y a unas pocas provisiones que llevaban del campamento rebelde en donde los mantenían cautivos.

"Hasta el día 16 de la fuga pudimos pescar dos pescaditos. El día 22 capturaron un morroco (una tortuga) y lo destapamos", contó a su turno el sargento Forero, quien al igual que sus otros cinco compañeros cayó en poder de los insurgentes entre 1998 y 1999. "Lamentablemente al mes de estar en esa selva, dura, nos cogieron", mientras comíamos en casa de unos campesinos que nos ofrecieron comida, dijo Trujillo. Al salir de la vivienda, guerrilleros armados los estaban esperando para recapturarlos como sucedió.

Los uniformados no precisaron en qué año, de los más de 10 que permanecieron retenidos ocurrió el escape.

"Sabíamos que nos iban a fusilar y no lo hicieron porque había población civil, unos niños", agregó Forero quien explicó que en múltiples ocasiones habían escuchado que la orden de los jefes de las FARC, ante una fuga era asesinar a los protagonistas de la misma.

Tanto Trujillo como Forero agradecieron a Dios que ello no hubiera pasado, pues no habrían podido experimentar la felicidad que les produjo encontrarse con sus familiares y amigos.

Por su parte, los cuatro miembros del Ejército de Colombia que fueron liberados por las Farc revelaron que dicha guerrilla los mantuvo encadenados en parejas por más de ocho años y reiteraron que recibieron un trato inhumano durante el tiempo que estuvieron en cautiverio.

"Estuvimos encadenados por largos ocho años y yo creo que, es más, encadenados por parejas, las 24 horas al día, en ocasiones estuvimos encadenados de los pies y en otras oportunidades de las manos. Las Farc siempre mantuvieron la idea de que en caso de un rescate el lema era que: 'vivos no se los llevan'", relató el sargento del Ejército Luis Arturo Arcia durante otra conferencia de prensa. Junto con Arcia fueron liberados los también sargentos Luis Alfonso Beltrán, Robinson Salcedo y  Luis Alberto Marín.

Arcia afirmó que él y los demás secuestrados nunca perdieron la esperanza de que se realizara a cabo un rescate por parte de las autoridades, sabiendo de que podían haber perdido la vida en esa acción. En junio de 2010, reveló que se realizó un rescate, pero los guerrilleros los evacuaron rápidamente de ese sector.

"El Ejército llegó al campamento donde estábamos nosotros, a 500 metros se oyeron unos disparos y el mando que estaba en ese momento dio la orden de sacarnos y ahí se evitó el rescate o de que fuéramos asesinados", precisó Arcia.

Los diez uniformados se están recuperando de diversas enfermedades. Se informó que los policías tenían afecciones en la piel, enfermedades gastrointestinales y pérdida de peso, entre otras dolencias. Para ambos casos los médicos evitarán el estrés postraumático.