"Scambating": los voluntarios que estafan a los estafadores de internet sin ganar dinero a cambio
Ni siquiera las amenazas de muerte son capaces de echar para atrás a estos grupos de voluntarios expertos en tecnología que buscan engañar a los 'hackers' y timadores del universo digital ¿Por qué corren ese riesgo? La BBC habló con algunos de ellos.
Cada año, decenas de personas en el mundo son engañadas por estafadores en internet. Pero las autoridades no son las únicas en tomar medidas: hay redes de voluntarios expertos en tecnología que trabajan para atraparlos.
"Les hacemos perder el tiempo; gastamos sus recursos y les hacemos pensar que no son tan buenos como ellos se creen", le dijo a la BBC una de las voluntarias, que usa el nombre ficticio de Jill.
Ella es parte de una red global que se hace llamar scam baiters (término inglés que puede traducirse al español como "atrapa-estafadores") y que pasa su tiempo libre tratando de manipular a los estafadores haciéndoles creer que cayeron en su trampa.
Los estafadores usan diferentes técnicas, desde decirles por email que han ganado la lotería hasta asegurarles que sus parientes lejanos les dejaron una herencia. Pero son ellos quienes acaban siendo engañados.
"Siempre va a haber estafadores, pero si podemos bajarles un poco los humos y alejar de ellos a alguna de sus víctimas, estaremos haciendo algo bueno", añade Jill.
Una de las principales técnicas que usan, dice Wayne -otro "atrapa-estafadores" que suele trabajar con Jill- es filtrar detalles sobre los timadores y sus conversaciones en internet.
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Wayne decidió tomar cartas en el asunto cuando unos estafadores le hicieron perder a su madre $5.000.[/caption]
El objetivo es filtrarlos en los resultados de los motores de búsqueda para que las víctimas potenciales estén sobre aviso si escriben el nombre del estafador.
Wayne dice que la policía y otras instituciones también usan los datos.
Los scam baiters dicen que no reciben dinero a cambio por llevar a cabo su actividad y que tienen otras razones para luchar contra los estafadores.
Un hombre en Estados Unidos que prefiere permanecer en el anonimato decidió actuar después de que unos hackers engañaran a su madre, quien terminó perdiendo cerca de US$5.000.
Para Wayne, la única motivación es la emoción que siente al saber que puede ayudar a alguien.
Asegura que algunas personas que le contactaron estaban al borde del suicidio.
Sin embargo, aún quedan dudas sobre si los scam baiters están más equipados o preparados que las autoridades para lidiar con los criminales.
Las advertencias oficiales señalan que hay que denunciar cualquier acción fraudulenta a la policía y a los centros de cibercrimen que se dedican a gestionar medidas preventivas y concientizar a la sociedad.
Wayne dice que los scam baiters aconsejan a la gente que lo denuncie cuando se sienten desbordados.
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Los "scam baiters" aseguran que no cobran dinero por atrapar a los estafadores.[/caption]
Pero Jill afirma que juegan un papel importante y que los avances tecnológicos y el hecho de que muchos de los timadores vivan en países extranjeros dificulta la labor de las autoridades a la hora de atrapar a estos criminales.
Y ambos rechazan la palabra "justiciero". "Los justicieros trabajan fuera de la ley", dice Wayne.
Humor "retorcido"
La forma en la que actúa Wayne es rudimentaria. Trabaja con varios alias, la mayoría de ellos inspirados en dibujos que veía en la televisión cuando era niño.
A menudo aparenta ser vulnerable -y potencialmente crédulo- pretendiendo haber pasado por una ruptura amorosa reciente.
"Para atraparlos necesitas tener un sentido del humor algo retorcido", bromea.
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Para atrapar a los estafadores usan todo tipo de técnicas y aparentan ser vulnerables y crédulos. Foto: ISTOCK[/caption]
Tanto Wayne como Jill esperan siempre a que los estafadores se acerquen a ellos, y no al revés.
Pero la espera no suele durar mucho.
Sus nombres figuran en una lista, una base de datos de gente fácil de estafar que circula en la red entre los timadores.
Uno de los últimos que se puso en contacto con Jill es un hombre que le manda emails diciéndole que ha ganado la lotería en África.
Pretendiendo ser un matrimonio, Jill y Wayne hicieron una llamada conjunta para hacerle perder tiempo, haciéndole preguntas para saber cuánto dinero habían ganado y quién de los dos lo recibirá.
Mientras hacen la llamada, a menudo suelen tener a otros estafadores "en espera" con quienes juegan otros papeles para confundirlos y despistarlos durante un buen rato.
Amenazas de muerte
Jill dice que su mayor éxito fue cuando recibió una amenaza de muerte por parte de uno de los hackers a quien había pillado.
"Si te amenazan de muerte significa que realmente lograste fastidiar a alguien", declara.
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Jill dice que los estafadores "merecen ser tratados como criminales".[/caption]
"Una vez hice que un estafador se pusiera a dar vueltas con el auto por Madrid (España) tratando de buscar a 'Lynn' [el pseudónimo que utilizó], quien [supuestamente], estaba en esa ciudad".
"Por supuesto, yo no me había ido a Madrid, estaba en mi casa. Él se sintió enojado y me dijo: 'Te buscaré y te encontraré. No me importa cuál es la pena por asesinato en Reino Unido. Te voy a encontrar'".
Jill lo cuenta como una anécdota divertida. Pero lo cierto es que sabe que hay peligros.
"Me esfuerzo mucho en proteger mi identidad digital", explica.
"Utilizo direcciones de correo electrónico que no puedan ser rastreadas y no uso absolutamente nada de mi información de la vida real. Todos mis personajes están basados a más de 150 kilómetros de donde yo vivo".
Cuando le preguntamos si piensa que está llevando su causa demasiado lejos, niega rotundamente.
"Ninguno de nosotros está yendo demasiado lejos. Esta gente son criminales. No merecen nuestra simpatía".
"Roban a nuestros mayores, así que merecen ser tratados como criminales. Si pudiéramos arrestarlos, lo haríamos".
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