Sebastien Ogier, el piloto francés que rozó la temporada perfecta

El galo, que se proclamó campeón Mundial de Rally en septiembre pasado, despidió el año con un triunfo en Gales, sumando la novena celebración de una histórica campaña.




Sebastian Ogier se presentó en Gales como el campeón del Mundial de Rally, y respondió a su cetro al quedarse con la competencia y cerrar un año de ensueño para el francés.

Bajo la lluvia, y después de 22 tramos especiales, el piloto de Volkswagen superó a su compañero de equipo, el finlandés Jari-Matti Latvala, por 21,8 segundos de ventaja, consiguiendo así su primera victoria en Gran Bretaña, y la cuarta consecutiva en la actual competición internacional.

Tras el triunfo, el campeón no ocultó su satisfacción. "Estoy muy feliz. El coche estuvo perfecto. Vine con el antecedente de que esta carrera no había sido la mejor en el pasado (11º en 2011), pero fue otra gran victoria y el final de una temporada perfecta. Será un gran reto, y muy difícil, hacerlo mejor el año que viene". 

Y efectivamente superarse no le será nada de sencillo. El galo fue el gran protagonista de la temporada que culminó en la pista británica, y logró coronarse campeón en septiembre, en el rally de Francia, cuando consiguió la diferencia matemática necesaria para escaparse irreversiblemente del belga Thierry Neuville, su principal perseguidor en la clasificación general.

Su dominio se grafica a través de los números: De las trece competiciones que conforman la temporada, Ogier se quedó con nueve. Únicamente no pudo quedarse con el primer lugar en las pistas de Montecarlo, Argentina, Grecia y Alemania, y quedó fuera del podio apenas en las últimas dos.

Con tal hegemonía, el piloto que cumplirá treinta años el mes entrante, se aseguró una victoria holgada con 290 puntos en la tabla general, 114 más que su escolta, Neuville, y 128 respecto al tercero, Latvala.

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