Secretaria ejecutiva del Consejo Nacional de la Infancia: "La Ley de Adopción debe considerar a todas las familias, también a las homosexuales"
La ex vicepresidenta de la Junji, Estela Ortiz, planteará un proyecto de ley que contemple estos casos. "Nos estamos haciendo cargo de la realidad que tenemos", destaca.
"En Chile, al niño se le llama 'menor', y con eso, desde el lenguaje, ya lo estamos disminuyendo", dice, drástica, Estela Ortiz, la secretaria ejecutiva del Consejo Nacional de la Infancia.
Habla duro, rápido, la ex vicepresidenta ejecutiva de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji), quien también mantiene una estrecha amistad con la Presidenta Michelle Bachelet. El pasado 14 de marzo, cuando se firmó el decreto que creó este consejo, la educadora de párvulos declaró que emprendería un "cambio cultural".
Pasados dos meses y medio de su gestión, lo mantiene a pie firme. En medio de una pequeña oficina de la calle Agustinas, aun con cajas de cartón y carpetas diseminadas por todos lados, y justo después de que el gobierno ratificara su intención de legislar en torno al aborto terapéutico, Estela Ortiz es clara en sus planteamientos valóricos.
"La familia tradicional, de mamá, papá y dos niños, ya es algo del pasado. No es la única. Hay más. Y todos vivimos juntos en el mismo país. Hay niños que son hijos de madres solteras que tienen muchos problemas. Y para qué decir los hijos de papás homosexuales. Ellos simplemente no existen", dice la especialista en temas de infancia y políticas públicas.
El gran objetivo del Consejo es crear la Ley de Garantías de Derecho del Niño…
Efectivamente, es una de nuestras tareas centrales. Chile firmó en 1990 la convención que reconoce los derechos de los niños, es decir, de todos aquellos con menos de 18 años. Pero el marco legal es escaso. No podemos seguir hablando de 'protección'. Eso es llegar después, sólo a solucionar problemas. Hay que crear un marco legal concreto, que no existe, que garantice los derechos de los niños en educación, en salud, en recreación y en todo lo demás. Hoy existe sólo de una manera general.
¿Y han avanzado?
Mucho. No sólo en términos legales, sino también escuchando a organizaciones y entidades ligadas al tema. La ley macro es una ley integral de derechos, que será una indicación sustitutiva a la Ley de Protección que actualmente está en el Congreso, pero que no está a la altura de la Convención. Esperamos presentarla en noviembre próximo ante el Congreso. Sabemos que requerirá de un gran consenso social, porque nos preocupa mucho que aún haya niños de segunda, tercera y cuarta categoría.
¿Por ejemplo?
Los hijos de inmigrantes, cuyos padres son ilegales o tienen los papeles en trámite. Ellos no son atendidos en el sistema de salud y no pueden estudiar. Sobran injusticias inconcebibles de este tipo.
Esta semana usted se reunió con diferentes organizaciones antidiscriminación. ¿Es partidaria de que se legisle para la adopción de hijos por parte de parejas homosexuales?
La Ley de Adopción debe considerar a todas las diferentes familias que hay en Chile, también a las homosexuales. Hay que incluirlas a todas. Debemos poner al niño, y no a los adultos que lo rodean, en el centro de las necesidades. No es sólo un tema de adopción. Aquel niño que tiene un papá o mamá homosexual, ¿por qué no va a tener derecho de vivir en familia o de llevar el apellido de sus dos padres o madres?
¿Va a trabajar un proyecto de ley en este sentido?
Sí, vamos a favorecer un proyecto que incluya a todos los tipos de familia. Nuestro país, a pesar de los avances científicos, en algunos segmentos es muy conservador. Se considera que el tema de la diversidad sexual en este país, en algunos segmentos, es muy conservador y aún se considera que el tema de la diversidad sexual es una enfermedad a pesar de todos los avances científicos. Esto va a significar un debate, porque no hay ningún estudio que diga que un niño formado por un padre o una madre homosexual va a ser después homosexual, al contrario, las personas gays vienen de familias heterosexuales, por lo tanto, todos los argumentos son un sin sentido.
¿Ha recibido presiones políticas para este tipo de iniciativas?
Ninguna. Nos estamos haciendo cargo del país y de la realidad que tenemos.
En cuanto a la institucionalidad, ¿se acaba el Servicio Nacional de Menores (Sename)?
En general, ha cumplido un rol importante. Hay funcionarios que le han entregado buena parte de su vida a la función de atender niños y adolescentes. Pero hoy, desde el punto de vista de resguardar los derechos del niño, no está a la altura de lo que debiera. Hay errores de enfoque y de herramientas (...). Una institución no puede hablar de los niños como "menores".
Pero eso es sólo un problema o cambio semántico.
Es mucho más profundo que eso. Lo importante es que, enmarcado en la nueva ley, tendremos una institución de protección para los niños vulnerados y otra para los infractores de la ley.
¿Qué institución será la nueva rectora en el tema infantil?
Habrá que analizarlo. Podría ser el Consejo, como entidad coordinadora. Lo estamos discutiendo. Lo importante es que sea intersectorial, para políticas que abarquen presupuestos y programas de diferentes ministerios.
¿Insistirá también en la idea de crear un Defensor del niño?
Por supuesto. Un organismo independiente que escuchará a los niños si son vulnerados sus derechos. Un ombudsman, y no sólo en lo relativo a transgresiones penales. Hoy los niños no tienen una defensoría especial. Además, se impulsará la idea de que cada niño que tenga contacto con la justicia, siga con el mismo abogado durante todo su proceso. Hoy eso no ocurre. Los cambian de abogado, de tribunal, de asistentes sociales.
¿Cómo evalúa la actual relación del Poder Judicial con los niños? Ha habido críticas cruzadas entre el Sename, la Corte Suprema y la Cámara de Diputados por el tratamiento de menores en riesgo.
Hay carencias y avances significativos, pero no suficientes. Me quedo con el informe de la Cámara de Diputados (sobre las presuntas irregularidades cometidas en centros de menores, detectadas por una comisión encargada por la corte). Fue terrible. Como dijo la Presidenta, nunca más instituciones que resguardan los derechos de los niños pueden ignorar los derechos de los niños. Hay que partir por escucharlos. También me deja satisfecha el informe de la Corte Suprema sobre lo ocurrido.
¿Continuará el Injuv?
Ellos, en general, atienden a personas de 16 años para arriba. No entran en nuestra esfera.
¿Qué tipos de campañas de difusión desarrollarán?
Hay muchos temas importantes para los niños. Si llegamos a un acuerdo sobre la educación sexual, queremos que se entregue durante todos los períodos de vida; de acuerdo, por supuesto, a la edad de desarrollo de los niños. También nos interesa prevenir la violencia intrafamiliar, que afecta a muchos niños, y el embarazo adolescente. Recuerdo cuando hace pocos años pusimos salas cuna en algunos liceos. Uno quedaba en Recoleta. Nos reclamaron mucho, pero todo resultó muy bien. Allí el embarazo adolescente disminuyó, hubo menos deserción escolar y los papás y mamás se integraron más a la vida de los alumnos.
En otro ámbito, más personal, ¿cómo ha visto a la Presidenta?
Excelente, totalmente compenetrada en el cargo, que conoce a la perfección. Ya cumplió un período como éste. Sabe cómo es ser Presidenta y cómo funciona el Estado. También que cuatro años no son nada. Trabaja apurándonos a todos para que cumplamos. Ella siempre ha sido muy exigente.
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