Secundarios enfrentan posiciones de cara a un eventual gobierno de Bachelet

Dirigentes de la Aces y Cones comparten críticas a la LGE, pero difieren en su estrategia política. Movimiento estudiantil secundario está dividido, frente a la participación en la segunda vuelta.




"Volveremos, volveremos, volveremos a tener una educación gratuita, que nos quitó Pinochet… ¡y Bachelet!". Esta fue una de las consignas que resonaron desde el portón de Avenida Italia 830, el 17 de noviembre. Mientras la jornada electoral de primera vuelta se desarrollaba sin sobresaltos, un grupo de estudiantes, identificados como Aces, ingresaron a la sede del comando de campaña de Michelle Bachelet, tomándose la Factoría Italia. Permanecieron por cinco horas, criticaron a los candidatos y a la institucionalidad política, y luego se retiraron tras una salida pactada de por medio.

La escena es muestra del descontento dentro de uno de los movimientos sociales donde el ímpetu y la desconfianza han sido una impronta: los secundarios. Así lo manifestaron los liceanos agrupados en la Aces que se tomaron el centro de operaciones de Bachelet donde, entre otras cosas, hacían un llamado a no sufragar ese día de primera vuelta.

Al igual que los universitarios agrupados en la Confech, los secundarios han protagonizado todas las marchas estudiantiles desde el punto de quiebre histórico que significó el 2011. Entre sus demandas principales solicitan la gratuidad en la educación pero, al interior del sector, conviven las diferencias ideológicas y de organización.

DESAFECTO Y DIALOGO 

La Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios es de posturas radicales. Llaman a no participar de elecciones, pues no creen en la institucionalidad vigente. Tampoco ven mayores diferencias entre la Alianza y la Nueva Mayoría ni en sus candidatas presidenciales. Parte de sus acciones son las tomas, y la presencia de la doctrina anarquista -o de "ideas libertarias"- es significativa.

Además, su presencia es mayoritaria en regiones y en establecimientos de la periferia capitalina. La toma de decisiones se resuelve mediante democracia directa, reflejada en asambleas autónomas por establecimiento.

La Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios, en tanto (Cones), es de carácter moderado. Su presencia es esencialmente en los llamados "liceos emblemáticos" de Santiago y resuelve a través de centros de estudiantes y federaciones regionales. Al contrario de la Aces, la Cones en reiteradas ocasiones ha llamado a participar de elecciones y dialogan con la política tradicional, tanto que muchos de sus dirigentes reconocen militancia partidaria. Parte de su sintonía con la institucionalidad se cristalizó en un encuentro generado entre su vocero, Moisés Paredes, y el jefe programático del comando de Bachelet, Alberto Arenas, el pasado domingo.

Si bien la cita fue agendada para la entrega de propuestas de la Cones al comando opositor, al día siguiente Paredes entregó su apoyo a Michelle Bachelet, revelando que votará por ella en los comicios de balotaje. La postura de Paredes, sin embargo, fue criticada al interior de la Cones.

EL KARMA DE 2006

Pese a los matices, Cones y Aces comparten un mismo diagnóstico: el 2006 fue un año decepcionante para los estudiantes, en especial para los secundarios. Para hacer frente a las movilizaciones, el gobierno de Michelle Bachelet y la oposición de entonces acordaron la Ley General de Educación, normativa que hasta el día de hoy no satisface las aspiraciones estudiantiles.

"La LGE fue para tranquilizar los ánimos en su minuto", sostiene Eloísa González, vocera de la Aces. "Fue decepcionante", agrega Paredes.

Por lo mismo, las posturas de ambos respecto a la Nueva Mayoría varían desde el desafecto hasta la voluntad de diálogo.

"Si bien es cierto que existe desconfianza con respecto a la candidatura de la Nueva Mayoría, hay disposición a dialogar y construir. Pero si esas reformas no están bien encaminadas, el movimiento tendrá la obligación de salir a las calles", dijo Paredes. "Independiente de las distintas posturas de la Nueva Mayoría, sigue existiendo un peso más gravitante de los sectores conservadores. Los cambios, que tampoco son estructurales, tampoco van a ser cumplidos en el gobierno de Bachelet. Ya se ha dicho que la gratuidad es a un plazo mayor a cuatro años. Es que la institucionalidad está diseñada para no permitir los cambios", añade González.

Para la próxima semana, Cones realizará un nuevo llamado para votar el 15 de diciembre. A su vez, la Aces prepara "acciones" para ese día, sin descartar nuevas tomas. "Ese día no será muy tranquilo", advierte González.

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