Senado abre compleja etapa de negociación por futuro de la reforma educacional
Cámara Alta aprobó anoche proyecto que pone fin al lucro, copago y selección en colegios subvencionados. Iniciativa debe ser vista por diputados.
En los próximos días, no más allá del lunes, el ministro Nicolás Eyzaguirre (Educación) socializará con los senadores oficialistas las indicaciones que ha preparado el gobierno para perfeccionar uno de los proyectos clave de la reforma educacional: el que busca prohibir el lucro, copago y selección en los colegios particulares subvencionados.
Ese es el margen del que están informados en la Nueva Mayoría, considerando dos factores: que el 2 de enero vence el plazo para ingresar propuestas de modificación a la iniciativa -fecha que se acordó en la tarde, modificando el plazo inicial del 31 de diciembre- y que esas enmiendas deberán ser negociadas con los partidos oficialistas para viabilizar el resto de la tramitación.
Poco antes de la medianoche de ayer, en el hemiciclo del Senado se aprobó en general el proyecto, es decir, sólo la idea de legislar (por 23 a favor y 15 en contra). Esto, en el segundo trámite constitucional.
Salvo el desalojo de un reducido número de manifestantes en las tribunas, la jornada se desarrolló con tranquilidad, con escaso público y con un debate en el que no se evidenciaron los encendidos discursos que han acaparado, en otras ocasiones, las votaciones de algunos proyectos.
La verdadera discusión, en la que sí existirá un riesgo real de que se rechacen algunos aspectos del proyecto, se producirá a inicios del próximo año. A partir del 5 de enero, el Senado iniciará el trámite en particular de la iniciativa del Ejecutivo, en el que las comisiones de Educación y de Hacienda deberán comenzar a votar -como instancias legislativas unidas- cada artículo. Todo esto, en un proceso que culminará el 20 de enero, cuando la sala del Senado deba sufragar el articulado y despachar el texto hacia la Cámara de Diputados, para que se inicie el tercer trámite.
La decisión de fusionar finalmente ambas comisiones se resolvió ayer en la noche, tras la votación del proyecto. Por 11 votos a favor y 6 en contra -luego que varios senadores abandonaran la sala-, se aprobó esta determinación, que había sido debatida en el oficialismo desde hace varias semanas.
En este marco, serán dos las etapas cruciales: primero, la negociación de las indicaciones durante estos días y la próxima semana; y segundo, el debate que se produzca entre los diputados oficialistas, cuyas decisiones podrían provocar que algún artículo se rechace y que, por lo tanto, esas diferencias deban zanjarse en una comisión mixta.
Ese es el escenario más temido en la Nueva Mayoría y en el gobierno. Detrás de esa preocupación hay una razón que va más allá del riesgo de no cumplir con aprobar completamente el proyecto antes del 31 de enero. Además de eso, se busca evitar una cuarta etapa de discusión, en la que algunos sectores podrían aprovechar para concretar nuevos cambios al diseño inicial.
El riesgo de una comisión mixta fue analizado el martes en el Congreso, en Valparaíso, durante una reunión entre un grupo de diputados y senadores de la Nueva Mayoría. A esa cita no se invitó a la DC, precisamente porque ha sido ese partido el principal crítico e impulsor -al interior del oficialismo- de grandes modificaciones al proyecto, ofensiva que genera suspicacias en el eje de izquierda y entre quienes integran la comisión de Educación de la Cámara.
Varios en la coalición gobernante ven con preocupación que la falange pueda presionar, con éxito, para que se permita la selección en algunos colegios por mérito y por su proyecto educativo, entre otras propuestas, que para muchos contradicen los objetivos anunciados en la campaña de Michelle Bachelet.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.