Sergio Jadue, presidente de la ANFP: "La gran mayoría de los clubes me pide que vaya a la reelección"
El calerano cumple el martes tres años como timonel del fútbol. Reconoce que la idea de continuar le atrae mucho. En su balance, destaca que su gran acierto fue contratar a Jorge Sampaoli.
La partida fue compleja, entre muchas críticas. El presente es diametralmente opuesto. Este martes, Sergio Jadue cumple tres años como presidente de la ANFP, y lo primero que pone sobre la mesa al hacer su balance son los éxitos deportivos y comerciales de la asociación. Por lo mismo, se da por hecho que irá a la reelección después del Mundial, algo que el calerano debería anunciar, a más tardar, en junio. Hoy, al menos, el dirigente reconoce que siente el apoyo de los clubes para buscar otro período al mando del fútbol chileno.
Jadue sabe que su gestión siempre está bajo la lupa, pero se siente seguro ante cualquier evaluación. "Siento un grado de felicidad enorme por haber cumplido el 100% del plan de gobierno que les presentamos a los clubes. Además, hemos hecho muchas más cosas de las que estaban incorporadas en ese plan. Estoy muy satisfecho por el apoyo importante que tengo en el Consejo de Presidentes. Hemos sacado muchísimas normativas por unanimidad o con una oposición muy menor, de dos clubes", señala.
¿Qué logros deportivos destaca en estos 36 meses?
Lógicamente que la clasificación a Brasil, con un excelente rendimiento en la etapa de Jorge Sampaoli, que permitió llegar en el tercer lugar. También haber ido al Mundial de Turquía, con la Sub 20, después de seis años. Trajimos torneos internacionales importantes, como la Copa América y el Mundial Sub 17 de 2015, el único que le faltaba a Chile de los cuatro más importantes, lo que permitió que en este período se haya construido la mayor red de estadios en la historia de nuestro fútbol. En infraestructura, estamos en plena ampliación del complejo en Quilín, para oficinas de la Copa América y de reuniones, ya que el edificio era muy bonito, pero antiguo y poco operativo. Riera es un complejo totalmente nuevo, con dedicación exclusiva para las selecciones menores. Y en Pinto Durán estamos haciendo modificaciones para tener a los jugadores en la etapa de concentración previa al Mundial.
¿Y en el ámbito económico?
Hemos duplicado los derechos de las clasificatorias a Sudáfrica, por más de US$ 120 millones, incluido el contrato de Bethia por 106 millones de dólares. Y el Fair Play Financiero, que es algo que por primera vez se aplica en nuestro continente y que se viene aplicando en la UEFA. El 70% de nuestros ingresos se puede gastar en cuerpo técnico y jugadores, para así detener la inflación que existe en el fútbol chileno. Nuestra misión es, de aquí a cinco años, lograr números azules en todos los clubes nacionales. Cuando llegamos, el CDF daba cuatro partidos y repartía utilidades por US$ 30 millones. Hoy reparte por 55 millones de dólares y la televisación pasó a siete partidos. Se aumentó en 20,5% el público durante los últimos tres años. Sigue siendo insuficiente, nuestra tarea es llenar las canchas.
¿Cómo recuperó la confianza de la banca en el fútbol, al conseguir un crédito de US$ 30 millones?
Teníamos totalmente cerradas las puertas de la banca. Los clubes no eran sujeto de créditos en nuestro país. Vimos que estaban endeudándose con factoring, que si bien es algo lícito, las tasas son mucho más altas de las de cualquier crédito de la banca formal. Luego de muchas reuniones, de demostrar seriedad, fue posible obtener esta confianza.
Se le escucha muy satisfecho...
Sí. Mire, para la gente, lo más importante son los éxitos deportivos, y está bien. Para los dirigentes, no tan sólo los éxitos deportivos son un indicativo, sino también otras cosas, como el tratamiento a los clubes, la colaboración permanente y constante con ellos, el aporte económico, una mejor administración de nuestro canal. Se fueron derribando mitos... Me sentí bien denostado con algunas cosas. ¡Si en el último año de la administración anterior hubo un déficit de $ 6.500 millones! Y en el primer año mío, todas las cifras han sido azules y se espera que de aquí a los próximos 10 años, de acuerdo a todos los contratos que hemos hecho, estén garantizados los números azules para el fútbol chileno.
Se sintió denostado, dice usted. ¿Por qué?
Algunos llegaron a decir que nunca más íbamos a jugar partidos amistosos. Y jugamos dos veces con España, vamos a jugar con Alemania, jugamos una vez con Inglaterra, con Portugal, Francia, Brasil. El único campeón del mundo con el que no hemos jugado en mi período es Italia.
¿Pensó en dejar la ANFP?
Hay una frase que dice "soldado que arranca, sirve para otra guerra". Para mí, un soldado que ya está en una batalla tiene que quedarse. En ningún momento se me pasó por la cabeza dar un paso al costado, cuando las presiones venían de todos lados. Por algo súper simple: porque después no sé con qué cara iba a llegar a la casa a mirar a mis hijos. Hay principios que uno tiene que transmitir de generación en generación. Trabajo sobre la base de convicciones, y siempre mis convicciones han sido confiar en mis capacidades primero.
¿Cuál ha sido su mayor acierto en estos tres años?
Es indudable que la elección de Jorge Sampaoli como técnico de la Selección. Con el rendimiento que tuvo en las clasificatorias y el espectáculo que se vio en cancha, conquistó el corazón de todos.
¿Su gran error, entonces, fue contratar a Claudio Borghi?
No, para nada. Creo que Borghi cumplió su ciclo y tuvo un rol importante dentro de la organización en un momento súper complejo, con un apoyo popular importante. Pero era un ciclo que venía totalmente desgastado.
¿Y cuál ha sido su gran error en estos tres años?
(Piensa unos segundos) Aquí las cosas no se han hecho perfectas. ¿Qué errores hemos cometido? Creo que dos, principalmente, en el área política. Uno, el haber bajado a discutir con un presidente en particular situaciones bien personales que no daban a lugar. Creo que eso no ayudó a nadie, menos a mí y menos a él. Son errores de los que uno va aprendiendo y que no volvería a repetir.
¿A quién se refiere?
A (Ricardo) Abumohor. Son cosas que no volvería a hacer. No ayudaron a nadie. Y lo segundo, que la discusión política después del término de la pasada elección fue muy prolongada. Duró cerca de cuatro o cinco meses, actuando como bloques. Eso habría que haberlo cortado antes. Nos faltó decisión o convencer a la otra parte de de que estaban equivocados, pero finalmente lo logramos.
Usted dice que siente el apoyo de los clubes. ¿Le han pedido ir a la reelección en la ANFP?
Sí, me lo han manifestado. La gran mayoría de los presidentes de los clubes me pide que vaya a la reelección. Al final, la crítica más pura es la de tus pares. Entonces, que los presidentes de los clubes te califiquen de buena manera y pidan que tú sigas es un aliciente.
¿Y ya tomó la decisión?
No. Y no lo tengo decidido porque no he podido tomarme un minuto de tiempo para pensarlo.
Pero no lo descarta...
No, al contrario. Siempre he dicho que voy a pensar mi reelección. La voy a discutir. Quiero pensarla bien, ver la agenda, conversarlo bien con mi familia, porque ha sido mi soporte más importante. También debo hablarlo con los clubes, en profundidad, ojalá con todos. Si hay apoyo a un nuevo programa, lógicamente lo haremos. Y eso me comprometo a definirlo todo dentro del primer semestre de este año. No voy a esperar a última hora.
Se ve con ganas de seguir...
Lo que pasa es que a mí algunos me quieren jubilar en el fútbol a los 34 años. Si no tengo energías ahora, cuándo las voy a tener. Por eso no descanso y duermo poco, soy muy activo.
¿Tiene claro que igual habrá una oposición si se repostula?
Hay clubes que no van a estar con nosotros, y eso no es un problema. Muy por el contrario, encuentro que está bien que uno tenga detractores. No es posible caerle bien a toda la gente o que te encuentren todo bueno. Además, creo que es sano para el fútbol que existan personas que estén en constante crítica. A mí me ayuda la crítica, no me bota al piso.
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